viernes, 6 de febrero de 2009

LA SABIDURÍA SIMPLE... MONTAÑA ARRIBA



Dicen que las cosas se ven mejor desde arriba. Es posible, aunque también lo es que se vean mejor desde fuera, desde dentro, desde abajo o desde detrás, qué más da. El caso es que ver la vida exije una actitud abierta y valiente y no depende demasiado desde dónde la miremos. Muchas veces esa visión no es agradable, es cierto, pero es la realidad. Descubrirse a uno mismo con sus errores, sus desdichas o sus penalidades vividas es, en sí, un acto de valentía y un comienzo necesario para cambiar las cosas que nos entorpecen en nuestro futuro y paulatino crecimiento. Como también lo es mirar nuestro insano y loco mundo actual. Desde la sencillez ajena de complicaciones y entelequias para justificar nuestras carencias y autoengaños, desde la mirada simple y espontánea de un niño... o desde alguien que entiende más de la esencia de la vida y del ser humano desde las montañas, guiando un rebaño de ovejas ¿por qué no?

Cada quien es héroe de su propia vida y sus circunstancias personales le hacen un observador privilegiado de lo que quiere ver en su vida y en este mundo. Todo enriquece! Las cosas no son porque sí, sino para ser vistas y enseñarnos algo siempre oculto en ellas. Así, cualquier roca con una forma singular e irrepetible, cualquier flor efímera y bella, cualquier animal por aparentemente insignificante que parezca, trae una sabia lección consigo. Basta acercarse a la Naturaleza que hoy por hoy nos envuelve (no sé si por mucho tiempo más, lamentablemente) para poder entresacar lecciones útiles para nuestra particular vida. Esa grandiosa enciclopedia que es el Cosmos y que está, en todo momento aquí a nuestro alcance, existe para que aprendamos de ella. Y solo te recuerdo que, te guste o no, tú también formas parte de ese Cosmos y enseñas con tu actitud, tu vida y tu día a día a quienes en tí, se miran a si mismos. Esa es nuestra responsabilidad y nuestro compromiso con la vida, la de cada uno de nosotros. No la desperdicies, alguien podría estar dejando de aprender cosas al mirarte!

Aquí una curiosa entrevista a un pastor de ovejas, que explica la vida desde su humilde y voluntaria tarea en la vida. Porque, te recuerdo que no es un caro traje con corbata, ni un lujoso automóvil, ni tan siquiera tu refinada educación o ilustrada cultura lo que te hace más o menos persona, ni mejor ni peor peón en este maravilloso Cosmos!

Disfrútala y extrae tus propias conclusiones!

Joan "Pipa",pastor de ovejas. "Cada día salgo con las ovejas, cada día es fiesta".VÍCTOR-M. AMELA- La Contra de La Vanguardia - 28/01/2009

Tengo 71 años y estoy fuerte. Nací en Vallfogona del Ripollès (Pirineo) y hoy vivo cerca de Banyoles. Soy pastor desde muy niño. Estoy casado y tenemos una hija, Teresa. ¿Política? Un gobierno que lo haga bien. Creo en Dios... y a veces me cago en Él. Fumo siempre en pipa.

Cuántas ovejas nos siguen?

Aquí hay 984 ovejas.

¿Todas suyas?

Algunas sí. Otras de diversos amos. Yo me encargo de todas. Son mi vida.

¿En qué sentido?
Salgo cada día al campo con ellas. De once de la mañana a cinco de la tarde. Cada día del año. Si no lo hiciese, me moriría.

¿Nunca se toma fiesta?
Por esta pendiente baja rapidito. ¡Corre!

¿Qué pasa?
Si te arrolla una oveja y caes al suelo, vas listo: te pasará el rebaño entero por encima. Quedarás bien machacado.

¡Ueeh, voy!
Ala, ya estamos. Ah, mira qué prado. ¡Eh, Rumbooooo!

Rumbo ¿es el perro?
Sí, es bueno. Sale un perro bueno de cada cinco. Aquí tienen buena hierba para rato.

Le preguntaba si hacía usted fiesta.
¿Fiesta? Si no sales un día, se te descontrola el rebaño. No he hecho dos días de fiesta en toda mi vida. ¡Pero cada día es fiesta para mí, porque salgo al campo con las ovejas!

¿Tanto le gusta esto?
Si me siento enfermo no me quedo en casa: empeoraría. Salgo con las ovejas, yme curo.

Hace usted lo que quiere.

¡Lo que debo! Lo que toca. Y con ganas.

¿Y así es usted feliz?

Sí, aunque ya no es como antes. Antes éramos muchos, nos juntábamos, charlábamos, hacíamos partidas de cartas por la noche... Si teníamos hambre, matábamos un cabrito, y nos lo comíamos. ¡Era cojonudo!

¿Van quedando pocos pastores?

Pastores de verdad, pocos. Hay esos pastores jóvenes con ordenador, que no saben nada… Es por culpa del gobierno, que no entiende nada de esta materia. Te piden cada día más papeleo, te ponen más pegas, le meten un chip en la barriga a cada oveja…

¿Para qué?

Para controlar. Algunas ovejas se mueren, les sienta mal el chip. Un desastre. Y muchos caminos están ya casi perdidos, o están vallados, la montaña se llena de alambres...

¿Qué alambres?

Vallados para vacas. ¡La naturaleza hizo la montaña para las ovejas, no para las vacas! Las vacas destruyen la montaña. Yo mataría a todas las vacas.

¿Sí?

El abono de oveja alimenta el suelo de la montaña, hace salir buena hierba. La mierda y el orín de las vacas sólo cría espinas y mala hierba.

¿Siempre ha sido usted pastor?

Desde que nací ando entre ovejas. ¡A los ocho años esquilaba como el mejor! Durante 44 veranos seguidos he trashumado: en primavera desde los llanos del Empordà hasta el Pirineo, y en otoño de vuelta.

¿Con quién aprendió a ser pastor?

Con mi tío, padrino mío. ¡Él sí era pastor! Murió a los 102 años, junto a sus ovejas. Cuando agonizaba en el corral, lo acostaron en una cama. No había dormido nunca en cama, ni comido en una mesa, ni cubierto a una mujer... ¡Era muy fuerte, mi tío!

¿Y usted?

Bastante. No estoy nunca enfermo. No bebo alcohol, pero fumo en pipa desde niño, con tabaco de farias. Por eso me llaman Pipa.

De no haber sido pastor, ¿qué hubiese querido ser?

Matarife. Se me daría bien matar vacas.

¿No se ha cansado de la montaña?

¡No! Alguna vez que he ido a la ciudad me he puesto malo. En la montaña no hay peligros: ¿una zorra, un jabalí? Salen huyendo. En la ciudad sí pueden hacerte daño.

¿No le ha pasado nada malo ahí arriba? Una vez me cayó un rayo en la cabeza. No me pasó nada, pero mató a seis ovejas.

¿Usted sabe el tiempo que va hacer?

Las ovejas me lo dicen. Por su conducta sé si habrá sol, viento o tormenta.

¿Ha viajado alguna vez lejos de aquí?

A Talavera de la Reina, cuando tenía 11 años, con mi tío. Fuimos juntos a comprar un rebaño. Fuimos en tren, y nos volvimos a pie, con las ovejas. Caminamos durante cinco semanas fantásticas...

¿No iría a París, a Londres..?

Si ahora me dices: "Pipa,vamos a París a remover ovejas", yo voy. Si no, no. Sí repetiría lo de Talavera... Ahora estoy triste: no voy a hacer más la trashumancia.

¿Por qué no?

Mi mujer y mi hija me dicen que ya estoy mayor. Tienen razón. Yo sueño con subir a la montaña, dormir al aire libre, bajo un toldo, vivir con las ovejas... Pero no sale a cuenta. Y cada año encuentro más trabas. Y me siento solo, todos van ahora en camiones...

¿Cuál sería su sueño dorado?

¿Mi sueño? Una masía perdida en medio de un bosque, con mujeres y comida. Y ya está. Sin que me encontrase ni Hacienda ni nadie, y yo ahí tirado. ¿Buen sueño, eh?

¿Le tiene un cariño especial a alguna de las ovejas?

Siempre hay alguna, como esa de ahí, la Mora,la que lleva el cencerro, por su docilidad. O mira esa, ¡qué ovejaza guapa..! Yo las distingo a todas, e incluso por su voz. Pero, a este paso, la cabaña catalana está acabada.

¿Por qué?

Por culpa de las leyes, los ministros ignorantes que subvencionan a quienes no aman la tierra, las vallas en la montaña, las vacas... ¡Que nos escuchen a los pastores viejos! A este paso, despídete de comer buen cordero. Aprende a comer plástico.


¿COMENTARIOS, OPINIONES? PARTICIPA EN NUESTRO FORO DE OPINIÓN

http://forocontigomismo.ning.com

 

Tell me when this blog is updated

what is this?