sábado, 13 de junio de 2009

SI TÚ ESTUVIERAS AQUÍ...



Para este fin de semana te dejo una canción, sin duda, emblemática para mi en mis tiempos pasados. Es del mítico grupo británico Pink Floyd, su "Wish you were here". Espléndida pieza musical de los 80's, del álbum del mismo nombre.

Durante muchos años esta canción rememoraba la ausencia de mis seres más queridos. Con una vida repleta de despedidas silenciosas y de marchas súbitas sin avisar, mi corazón frecuentemente se encontraba con el lánguido lamento de esta canción que expresa la soledad que uno siente cuando un ser amado desaparece y se le echa de menos. Hoy, demasiados años después, he aprendido que la distancia de alguien amado de verdad no existe, solo hay que aprender a buscar su proximidad dentro nuestro, en el corazón de uno mismo; si el amor es de verdad -aunque no se manifieste ahora- esa distancia desaparece y nos sentimos acompañados de ese alguien especial, esté o no con nosotros. Uno llega a sentir profundamente la permamente presencia del ser amado, donde quiera que vayamos y en todo momento! Eso es válido incluso tras su muerte... Evidentemente, acostumbrados como estamos a lo evidente, lo externo y al ruido ajeno, la mente insiste en recordarnos que esa persona amada ya no está con nosotros o cerca nuestro, intentando despertar el olvido; si dejamos a la razón hacer de las suyas, apelará a nuestro Ego insano y/o a nuestro propio sentido de supervivencia frente al dolor que, de entrada, se siente en estas situaciones; rememorará constantemente lo que merecemos o intentará poner tierra de por medio entre esa persona y nosotros, para hacernos reemprender nuestro camino -temporalmente aplazado por esa ausencia- hacia la felicidad. Pero las razones de la razón en estas dolorosas situaciones no convencen ni eliminan el sufrimiento! Uno es libre -incluso- de sentir el profundo dolor de la ausencia, pues éste enseña a ver si es amor de verdad o no lo que nos une a la persona ausente; si pasado un tiempo, ese presunto amor se diluye pronto y nuestro corazón anhela abrirse de nuevo a alguien, querrá decir que ese sufrimiento no tenía mucho sentido en nuestra vida... o que teníamos más miedo a la soledad, que necesidad de su compañía; si, en cambio, ese sufrimiento se dilata en el tiempo, no atiende a razones externas y, sobre todo, uno se siente internamente confortable consigomismo ante la soledad y el silencio, significará que la distancia no es impedimento para sentirnos igualmente amados... aunque querrá decir que un amor de verdad como ese debería ser cuanto antes compartido y vivido por ambos!

Pero, aún así, ese amor distante duele, como el que más! Por eso es en el silencio con uno mismo, en la atención permanente a lo que sucede en cada instante, en almacenar felicidad propia para luego poder compartirla y en la esperanza del retorno como uno logra defenderse de ese agudo sentimiento de soledad que le sugiere la distancia o el silencio del ser amado. El tiempo dirá si ese amor se reencontrará con la deseada realidad compartida, cercana, y concreta... o bien si permanecerá para siempre en el baul de los sueños rotos, aunque, sin duda, como amor verdadero pero imposible...

Te invito a escuchar esta bella pieza de Pink Floyd, así como a disfrutar de un fantástico fin de semana con tus personas queridas, estén o no ahora cerca tuyo.... siempre es posible encontrarlas en tu corazón!

Te deseo un feliz fin de semana!

 

Tell me when this blog is updated

what is this?