viernes, 5 de febrero de 2010

¿ENTENTE CORDIALE CON UNO MISMO?



Nuestro mundo, a veces, me sorprende, como los habitantes de él. La gente intenta desesperadamente encontrar un presunto "entente cordiale" consigo mismo y con los demás, con lo que resignadamente acepta, con esa vida a medias y a precario que todos vivimos en este mundo loco. Somos supervivientes en una vida que no nos entusiasma, pero que aceptamos. Para lograrlo, nuestro ego (quien fabrica ese concepto erróneo y/o limitado que de nosotros tenemos) intenta sobrevivir a los egos ajenos, sin ser él mismo, para no romper los moldes, ni contrariar a los demás, ni al mundo.

Así, desde nuestro Ego pretendemos hacer lo que todos hacen de forma igual y conveniente, pero, a la vez, de manera personal y diferente, para sentirnos únicos! ¿Cómo puedo ser yo mismo y, a la vez, ser igual a los demás, para no contrariarles? Algo no funciona! No ser uno mismo a cualquier coste o serlo a medias, siempre se acaba pagando! Y nos damos cuenta cuando, por ejemplo, observamos en una película, un libro o en la misma realidad algo que nos impacta... precisamente porque lo echamos de menos en nuestra vida! ¿Cuántas lágrimas en las salas oscuras de los cines o en la soledad -ante un paisaje o un buen libro- se pierden ante la imposibilidad de vivir -reconociéndolo- lo soñado? ¿Cuántas veces, oyendo a alguien presuntamente erudito de la vida, nos conmovemos, nos revolucionamos y descubrimos en sus palabras o acciones pensamientos, emociones o actitudes que llevamos muy dentro nuestro y no dejamos que fluyan?

En la parte sombría de nuestra alma todos guardamos cosas que nos negamos a aceptar de nosotros mismos... y cuando algo fuera -en nuestro mundo- nos remueve, provoca en nosotros una reacción convulsiva e inesperada... que tal vez se expresa en forma de lágrimas o de sonrisas nerviosas, porque es todo eso que reconocemos... y el alma tiene atesorado como lo deseado! Luego será nuestra presunta libertad quien decidirá si asumirlo como propio o si seguir renunciando... al sueño! Aún asi, muchas veces renunciamos a lo deseado con profundo dolor del alma por no creer que sea el momento, porque tememos hacerlo realidad e incomodar a nuestro entorno o porque, en el fondo y erroneamente, no creamos merecer ese algo especial que nos conmovió un cierto día y que sigue haciéndolo desde la sombra de nuestra alma. Ya sea algo agradable o no, eso se mantendrá en la sombra y nos provocará, día a día, esa tristeza perenne ante nuestra opción personal de una vida de renuncia!

Y la renuncia siempre se paga, sin duda! Sobre todo cuando estamos renunciando a algo que nuestra alma dice que necesitamos, aunque la razón lo contradiga o intente distraernos! Y esa renuncia se ve en nuestro rostro y en nuestros gestos más cotidianos, pues hace que vivamos nuestra vida a medias y con esa inevitable y honda melancolia! ¿Te has fijado los rostros de la gente por la calle? ¿Te inspiran felicidad o, al contrario, te sugieren tristeza y renuncia? ¿Se aprende a vivir bien con la pesada carga de haber renunciado a lo que verdaderamente deseamos, a cambio de -quizas- una vida presuntamente acomodada, pero vacía, ajena e insulsa? ¿No es verdad que lo que nos conmueve en un momento dado es porque la vida nos lo pone enfrente para que lo reconozcamos como algo propio que merecemos y luchemos por ello, aunque haya sido antes ignorado por nuestra razón cartesiana, temerosa y conveniente? ¿Nos damos cuenta de que, cada vez que renunciamos a algo que deseamos y merecemos, estamos aumentando el lastre de despropósitos, sueños rotos y esperanza ante la vida, invitándonos a errar de nuevo para, precisamente, huir de una verdad que nos persigue desde dentro? Una buena amiga me dijo en su cumpleaños "ya ves, acumulando arruguitas"... cuando no hay peor vejez que la del alma insatisfecha, arrugada y cicatrizada por una renuncia!

Me sorprende -y me entristece, lo reconozco- ver cómo las personas ceden ante el miedo que les provoca lo desconocido, lo imprevisto que llega a diario a nuestra vida! Me apena ver tras una edad mal llevada que siempre hay demasiada renuncia a ser, pensar, sentir y vivir lo que uno merece, una mejor vida! Y eso, año a año, va reflejándose en nuestro semblante y apaga la luz de nuestra mirada! Ojos inexpresivos y llenos de profunda melancolía, pieles arrugadas y opacas, labios estriados y secos son el horizonte cotidiano, donde nuestra mirada encuentra la tristeza y la desolación propia, asi como la global y ajena! ¿Cuántas veces nos basta mirar los ojos a alguien querido para, en silencio, descubrir su pena, aunque la oculte tras sabias y poco convincentes palabras de dicha o tras sonrisas artificiales? ¿No será esa la causa de que hayamos perdido el buen hábito de mirarnos a los ojos cuando hablamos o que huyamos de una mirada sincera y acusadora... además de amiga? ¿Puede una simple mirada amorosa engañarnos... o hacernos sentir incomodamente juzgados?

Y, hablando de miradas. Una reflexión. Suelo frecuentar comunidades virtuales o redes sociales, lugares donde la gente presuntamente conoce y contacta con otras personas, aparentemente para hacer nuevas amistades o encontrar el amor de su vida. Pero en demasiados perfiles personales veo -sorprendido- cómo sus "forografías" muestran oscuras gafas de sol o bien se trata de fotos antiguas (posiblemente de cuando la felicidad reinaba en su vida) o de iconos e ilustraciones anónimas. Ese sutil anonimato o reserva no pretende -la mayoría de las veces- engañar al presunto visitante, sino ocultar la realidad visible en una mirada delatadora. Afirman buscar amor y lo que ofrecen -a cambio- es solo miedo! Particularmente, en mis perfiles, hace ya tiempo, decidí no prodigar mi imagen completa por razones de privacidad de mi identidad; pero, por contra, de alguna manera muestro la parte más importante y expresiva de mi rostro: la mirada! En una mirada uno puede ver cómo es la persona en realidad, diga lo que diga! En una mirada uno no puede parapetarse tras palabras vacías y protocolarias... uno siempre es como es!

Intentar aproximarse a personas nuevas y anónimas buscando la posible amistad o el amor de su vida, pero sin mostrar cómo es uno realmente, es un contrasentido! Basta conversar en foros y leer lo que en ellos se expone -tras el cómodo anonimato- para descubrir las malas experiencias, los engaños vividos que se esconden tras esos rostros ocultos y falsos, sesgados por una mirada oculta o por la protocolaria palabrería! Y es que, esas nuevas herramientas tecnológicas para conocer gente nueva e interesante, no son más que el crudo reflejo de la calle y del mundo real en que vivimos, en el que el sempiterno "dime de que presumes y te diré de qué careces" está -lamentablemente- a la órden del día, así como el perpetuo miedo a mostrarse tal como uno es!

A veces pienso que yo ahora en la vida hago, exactamente, lo contrario! En esas comunidades o redes sociales como en la calle, expongo mi mirada, cuelgo mis diarios escritos en los que desnudo mi alma impúdicamente y hablo de mis sentimientos más ocultos. Como he dicho antes, también lo hago en mi mundo real, donde expongo mi mirada sincera y transparente a quien desea conocerme y hablo de emociones y de mis interioridades con total confianza, aunque solo las ve quien desea realmente saber de mí... o de sí mismo, como si yo fuera su espejo delator! Esta, por lo visto y oído, es una actitud valiente en la vida actual... y no es vanidad o promoción de mí persona! Ya no llevo máscaras, como tantos años llevé en mi vida! Y es que ahora no temo la reacción de quien me observa... confío en las personas -mientras no me demuestren lo contrario-, me entrego tal como soy... y ofrezco sinceridad gratuíta, en un mundo que, cada día más, carece de ella! Quizás doy sinceridad porque espero recibirla de quien la aprecia, la reconoce en sí mismo y la valora en mí, que no son todos! Podría afirmar sin engaño que quien se acerca a mí -aunque sea desde una red social anónima y siempre distante- sabe mucho más de mí, que yo de esa otra persona!

Por eso, a veces reflexiono sobre a cuántas de las personas que me encuentro en la vida o en Internet conozco, tanto como ellas me conocen a mí. Sin duda, esa actitud abierta y algo despreocupada provoca reacciones dispares, paradójicas y, aunque parezca mentira, algunas de ellas imprevisibles! A algunos, mi sinceridad les conmueve; a otros, en cambio, les asusta o les provoca desconfianza, por si es una máscara! Unos reaccionan manifestándome su afinidad, su amor o su amistad, aunque sea en la distancia y en silencio; mientras que a otros les despierta su lado oculto, sus fantasmas e inseguridades... o evidencia sus propios deseos personales e insatisfechos! Cada uno es libre de hacer con mi sinceridad lo que sepa, pueda y quiera hacer con ella! Unos me ven como una oportunidad, mientras otros me sienten -muchas veces incluso sin conocerme personalmente- como una amenaza! En nuestra vida, cada persona que aparece es única e irrepetible, pero siempre tiene su sentido y debería provocarnos algo... y enseñarnos nuestra propia realidad reflejada! Lo que vemos en los demás, debemos reconocerlo en nosotros mismos como propio o como deseado!


¿COMENTARIOS, OPINIONES? PARTICIPA EN NUESTRO FORO DE OPINIÓN

http://forocontigomismo.ning.com

 

Tell me when this blog is updated

what is this?