viernes, 7 de mayo de 2010

UNA MIRADA... EL MEJOR REGALO!



Hace unos días, "paseando" por Facebook me sorprendió este mensaje en un muro: "Para tener lo que no has tenido debes hacer lo que nunca has hecho......". Curiosamente llamó mi atención porque últimamente le doy vueltas a esta actitud, en cierta manera, inmobilista y resignada en personas que sienten y/o expresan su descontento con la vida actual, pero que no hacen gran cosa por intentar solucionarla. Si supiéran que su vida puede, de un plumazo, acabarse, ¿les gustaría marcharse de este mundo habiendo vivido solo lo que han vivido? Aunque no crea en las encuestas y sondeos públicos, estoy seguro que pocas personas -en cualquier parte del mundo- afirmarían ser felices, aunque sí una mayoría estarían de acuerdo en tener una más larga vida! ¿Larga vida así, de cualquier manera y a cualquier precio?

Sin duda aprendemos a navegar por nuestra vida y, ante cualquier eventualidad o insatisfacción, hemos aprendido a distraernos y a girar la cabeza o tratar de olvidarlo, refugiándonos en alguna evasión! Pero nuestra vida es obstinada e insiste en hacernos evidente nuestra carencia, nuestra área de mejora (como nos gusta llamarla a algunos) manifestada ante un imprevisto o un simple disgusto! Claro que estamos en una sociedad del bienestar y del éxito en la que la simple idea de fracaso o de sufrimiento está mal vista! Así, las personas padecemos -en silencio y en privado- nuestras propias angustias, nuestros despropósitos y nuestras penas! "¿Cómo estás?" preguntamos al encontrarnos a un conocido por la calle un día cualquiera; seguramente no nos interesa lo que conteste, ni tan siquiera sabemos por qué hemos hecho la preguntita de marras! Sin duda nos contestará "Bien, gracias" y esbozará una amplia sonrisa... antes de devolvernos la pelota con otra preguntita! La verdad es que estamos demasiado acostumbrados a relacionarnos superficialmente con personas que se cruzan en nuestra vida... Si esa persona es más que un conocido, nos atrevemos a contestarle un inquietante "vamos tirando..." e intentamos cortar ahí la conversación, para no seguir relatando las penas que nos acucian... Y, si se trata de un amigo, allí, de pie en la calle, le ametrallamos con todas nuestros quebraderos de cabeza y "rayándole", como los jóvenes llaman a casi todo lo que les molesta o incomoda!

Yo, últimamente, aunque haga la pregunta socialmente protocolaria, ya no espero respuesta de mi interlocutor, dejo que el otro huya del compromiso de contestarme haciéndome la misma pregunta. Pero, en ese minúsculo lapso de tiempo entre una y otra pregunta, miro a sus ojos y adivino la respuesta! Lamentablemente, la mayoría de las veces lo que me responde verbalmente tiene muy poco que ver con lo que expresa su delatora mirada! Miro sus ojos instintiva y sutilmente, de soslayo, pues sé que, en ciertos momentos, incomoda que alguien te mire fijamente a los ojos cuando habla... sobre todo cuando estás haciendo un esfuerzo por ocultar lo que piensas o sientes! Y es que, queramos o no, todos vamos con una máscara que nos oculta ante los demás y preserva nuestros sentimientos verdaderos de una mirada incisiva, ajena o indiscreta... Algún día deberíamos aprender -de una vez por todas- que, aunque nos consideremos todos y cada uno especiales, todo los seres humanos somos y sentimos lo mismo, aunque en diferentes momentos! Así, al ocultarnos ante los demás, estamos tapando un estado de ánimo o un sentimiento que el otro conoce bien... precisamente porque días -o minutos antes- él sentía y, por tanto, reconoce bien tras nuestra máscara! Otra cosa es si le interesa en este momento darse cuenta de lo que ve en el otro...

Supongo que es natural esa reacción social y humana de esconderse ante el otro, como reza el famoso dicho "la ropa sucia se lava en casa" que nos enseñaron de niños. Y, evidentemente, tenemos el derecho a ocultarnos, a evitar ser descubiertos o a no sincerarnos si no nos apetece hacerlo... o algo o alguien nos incomoda! Lo que es realmente absurdo en estas lides es tratar de engañarse a uno mismo, creyéndose la propia mentira... es decir, aceptando lo que uno no es o como no se siente! Cuando algo nos duele, el ser humano intenta desesperadamente huir del sufrimiento... incluso llegando a ocultárselo a él mismo! Pero deberíamos recordar que todos llevamos puesto un guía permanente y crítico que es la Conciencia! Así, en el momento más imprevisto, ante un estímulo externo que nos sorprende o ante la soledad y el silencio, ésta nos invade y nos remueve por dentro, haciéndonos ser conscientes de nuestra verdad... nos guste o no aceptarla o manifestarla!

Porque, como supongo sabrás, todo eso que ocultamos a los demás o nos ocultamos a nosotros mismos "bajo la alfombra del pretendido olvido" sigue ahí, en la sombra, acechándonos ante cada nímia situación que se nos presente! Como ante un amor perdido, el dolor surje cada vez que visitamos ese o aquel lugar que nos lo recuerda, cuando recordamos los detalles o cada vez que aparece alguien que despierta nuestro ya aparentemente apaciguado sentimiento! ¿Intentar olvidarlo es la solución, no exponenrnos al nuevo estímulo para no volver a sufrir lo sufrido? No, esa no es la fórmula, ese es el remedio casero -pero inútil- de dilatar el sufrimiento en el tiempo! Y es que al sufrimiento se le ha de mirar de cara, firmemente... Recuerda que siempre, siempre... tras el sufrimiento hay una lección y ésta nos traerá la luz a nuestra vida! Huir del sufrimiento es preocuparse de él y, eso, prolongarlo en el tiempo para lograrlo. Recuerda siempre "somos prisioneros de lo que nos atormenta"! Así, acumulando sufrimientos y experiencias mal vividas y mal procesadas, nuestro corazón se resiente y nos impide ver con claridad nuestro nuevo día a día... haciéndonos tomar decisiones y tener actitudes más encaminadas a huir de lo que nos duele, que a cumplir nuestro real e interno deseo! Y, ni que decir tiene que, todo eso se refleja fielmente en nuestra mirada! Con un poco de suerte, a la persona conocida o amiga que nos crucemos esta misma mañana no le importaremos lo suficiente como para que mire la verdad a través de nuestra mirada...

Yo ahora tengo la buena costumbre de mirar siempre a los ojos cuando hablo. Es más, me incomoda conversar con alguien que desvía la mirada continuamente o la oculta tras una gafas obscuras, aunque a mí me molesta el sol y acepto ese buen remedio para evitarlo! También sé que para mi vida personal o mi profesión es especialmente últil este hábito de mirar a los ojos, pues me permite conocer, anticiparme a los acontecimientos y preveer las actitudes de los demás. Mi intuición en este sentido ha mejorado tanto que, sin apenas duda, en el minuto "0" ya sé cuando alguien se acerca a mí sincera y voluntariamente... o quien lo hace por cumplido, pero tratando de ocultar-se y/o ocultar-me sus verdaderos propósitos! Esa lucidez no es siempre cómoda para mí, ni para los que me rodean, lo sé! Para mí, porque, a pesar de las apariencias, te das cuenta de que las cosas son como son... y a veces nos cuesta aceptar la cruda realidad, por ejemplo ante una nueva y posible amistad, un posible negocio... o algo que pensamos nos conviene! Para el otro, porque bastante difícil es aparentar lo que uno no es o expresar con palabras lo que uno no siente... como para darte cuenta de que, quien te mira y/o las escucha, ya sabe que todo eso no es cierto!

Deberíamos memorizar más a menudo que cualquier relación humana (que, por cierto, no lo son todas) en nuestra vida es un espejo en el que nos vemos reflejados nosotros mismos, con nuestras fortalezas y debilidades! Lo que vemos "fuera", en el otro, es lo que ya tenemos dentro o quizás, lo que anhelamos! Además de, muchas veces, ante una máscara disuasoria del otro, recordarnos cómo actuamos nosotros cuando no queremos ser vistos! ... como bien expresa el dicho "antes de ser cardenal fue monaguillo"! Mírate en el espejo a solas, no te mientas a ti mismo más... o perpetuarás tus inquietudes contigo, para siempre! Luego, sé capaz de encontrar a alguien que te quiera lo suficiente como para ser capaz de mirarte a los ojos buscando tu verdad, ayudándote a destaparla de tu confusión mental! Ese es el mejor regalo que te puedes -y te pueden- hacer!

 

Tell me when this blog is updated

what is this?