El amor, como todo en nuestra vida, puede ser consecuencia del amor o del miedo, aunque parezca un contrasentido! Todo en nuestra vida admite ambas posibilidades! El amor basado en el amor contiene -necesariamente- confianza, comprensión y el sentimiento de amar en sí mismo, tanto "del que lo da", como "del que lo recibe", por decirlo de alguna manera. Y su necesario efecto será el crecimiento personal de ambos protagonistas y el desarrollo del amor en sí, a base del esfuerzo conjunto por mantenerlo vivo y próspero, en un mundo que no lo facilita. Pero si eso no se da, es que se trata de amor basado en el miedo, es decir, sin confianza, sin comprensión, sin el sentimiento verdadero hacia uno mismo y/o hacia el otro... y, por tanto, sin entrega personal total, sin crecimiento personal de ambos y, por todo ello, con una fecha de caducidad, pues las razones de ese otro amor decrecen con el tiempo y con el uso!
Una gran mayoría de personas confunden el uno y el otro tipo de amor. Y, seguramente, esa confusión radica en ese síntoma pasajero -y muchas veces conveniente- que es el "enamoramiento", en el que uno o ambos contendientes sufren una placentera locura pasajera y creen perder el control ante la situación. Quizás lo que de forma más evidente diferencia un amor del otro es la necesaria libertad que conlleva el sentimiento o, lo que es lo mismo, la ausencia de necesidad o de miedo, que es lo mismo. Si alguien se entrega sesgadamente al otro en una relación -por desconocimiento propio o por miedo a la entrega total en sí-, si el miedo a la soledad prima o si es la conveniencia lo que justifica esa relación, ese amor está generado e instaurado por la mente y, por tanto, no responde a nuestro amor interior. Por tanto, tendrá todas las cualidades intrínsecas de la mente humana, es decir, la temporalidad, el reduccionismo... y la insatisfacción, pues no removerá realmente nuestro interior, ni nos otorgará una experiencia vital plena!
Cuando desaparece el miedo, surje el amor verdadero que todos llevamos dentro! El amor es consustancial al ser humano y supone la entrega total y desmedida, aunque eso es difícil si es el miedo quien domina nuestra existencia. La libertad es la ausencia de necesidad, como afirmaba de manera contundente mi profesor de filosofía! Y cuando no existen condicionantes internos o externos, cuando uno decide libremente amar y compartir ese amor que brota desde dentro con ese otro singular e irrepetible, es cuando podemos hablar de amor de verdad. Lo demás, es decir, la conveniencia, la entrega a medias, la vivencia compartida pero sin crecimiento mútuo o incluso la necesidad de plasmarlo en los papeles para garantizarlo y perpetuarlo... son síntomas claros del miedo que domina nuestra vida y todo lo que existe en ella, incluido esa emulación del amor que la mente humana ha creado y que la sociedad ha aplaudido e institucionalizado! El amor verdadero, ajeno a casi todo ello, entiende solo de paz interior -porque libera el amor interno-, de crecimiento personal permanente y mutuo -porque la propia entrega nos hace ser y crecer-, de duración ilimitada -porque el Alma no entiende de tiempo ni espacio-... y, por todo ello, genera esa felicidad verdadera y cotidiana que solo el amor verdadero puede crear y sustentar! Los otros amores son simples sucedáneos, divertimentos o simulaciones del amor verdadero... sin su sentido pleno, sin la felicidad que buscamos y, lo que es peor, que acaban por generar sufrimiento y llenan nuestro pretendido y extenso currículum vital!
Aquí te traigo una entrevista a un terapeuta que define y describe el amor en sus más recónditas circunstancias y rincones. Extrae luego tus propias conclusiones...
Joaquim Quintino: "Hombres y mujeres viven experiencias extramatrimoniales muy parecidas ". El autor relata en su libro las diez reglas para alcanzar la felicidad en el amor
Unos lo encuentran sin saberlo, otros lo buscan toda la vida sin hallarlo, mientras que el resto aprende a construirlo. El amor es un sentimiento sobre el cual se ha escrito un gran volumen de literatura.
- ¿Qué es el amor?
- Es una carta cerrada porque siempre seguimos abriéndola para ver si está dentro. En realidad, el amor es una construcción donde dos adultos van a compartir sus vidas y sus cuerpos, y donde ambos se desean eróticamente.
- ¿Existe una receta para conseguirlo?
- Varias recetas. La más importante es conocer cómo es realmente el amor y no dejarnos llevar por tópicos adquiridos culturalmente. En este sentido, es fundamental la comunicación en la pareja, integrar pensamiento y acción –expresar al otro lo que sentimos–, entender que el amor incluye también el sexo, y que es necesario integrarlo en la pareja, así como aprender a visualizarse en un futuro. También se tiene que aceptar que algunas condiciones cambiarán a lo largo de los años, y que muchas pasiones nunca llegarán a consolidarse en amor, por lo que es necesario no tener miedo a empezar de nuevo.
- Pero hay gente que lo busca y nunca lo encuentra…
- El fallo está en la cultura, que nos muestra un camino erróneo para alcanzarlo. Las personas que buscan el amor y no lo encuentran es porque nadie les ha dicho qué ruta hay que seguir. Por ejemplo, cuando nos hablan de la historia de la princesa y el príncipe que se van al castillo y son felices y comen perdices. El amor no puede ser solamente una intuición, sino una construcción muy compeja.
- ¿Estamos programados para amar?
- Sí, pero no para hacer el camino que nos lleva al amor, hay que aprenderlo. Es cultural, nos dicen desde pequeños que no es necesario aprender a amar, pero eso es una mentira que nos impide alcanzar el amor.
- ¿Por qué el amor es fundamental para nuestro bienestar?
- Porque es la continuación de un afecto básico para el ser humano. Lo que siente un hijo pequeño por su madre es un sentimiento necesario para sobrevivir, al igual que el afecto que se tienen un grupo de jóvenes es preciso para descubrir mundo, ya que es mucho más fácil hacerlo de manera grupal. Luego, vendría el amor, un sentimiento que permite un desarrollo personal único, puesto que la consciencia que tenemos de nosotros mismos dependerá de cómo miremos al prójimo, del conocimiento que tengamos de él, y de cómo le sintamos.
- El amor se aprende y requiere esfuerzo.
- ¡Como todas las cosas grandes y bellas que hay en el mundo!, Muchas personas quieren disfrutar de él de manera inmediata, sin esfuerzo, como si lo pudieran encontrar de manera casual por la calle, pero el amor es un sentimiento que requiere trabajarlo a diario.
- ¿Amar implica sufrimiento?
- Sí, es prácticamente imposible que alguien que nunca ha sufrido por amor sea capaz de ser sensible a otra persona. Sólo se puede desarrollar la capacidad de empatía después de haber sentido sufrimiento, algo que no es bueno pero que nos habilita para comprender a los demás.
- ¿La pasión es la antesala del amor?
- Sí, para que haya amor es necesario que primero surja una fuerza emocional que llamamos pasión, un mecanismo que facilita que dos personas se presten la atención suficiente como para conocerse el uno al otro. Por eso, a menudo se dice que la pasión es la recámara del amor.
- Pero a veces la chispa no consigue encender la llama.
- Sí, es cierto. Y, entonces, es importante que las personas sepan que, si eso ocurre, tienen que volver a empezar de nuevo, dejar la relación porque, si no, van a sufrir mucho.
- ¿El matrimonio tiene algo que ver con el amor?
- El matrimonio posibilitó en el pasado el surgimiento del amor, pero son dos conceptos diferentes. El primero se refiere a la organización legal entre dos personas, el segundo es un vínculo emocional. Son cercanos, pero no es cierto que uno implique al otro. Hay muchas personas que sufren hoy en día en su matrimonio porque no sienten amor.
- ¿Se puede ser infiel a tu pareja y amarla al mismo tiempo?
- Es absolutamente imposible. Ser fiel es un indicador elemental de que uno ama a su pareja, y si no lo eres, quiere decir que, sientes cariño, amistad por la otra persona, pero no amor. Cuando alguien quiere verdaderamente a su pareja, aquella persona es la fuente principal de deseo, entonces, la infidelidad es algo imposible. Pero como muchos no saben hacer el camino hacia el amor, a pesar de estar casados, es natural que sean infieles.
- ¿Las experiencias extramatrimoniales son diferentes en los hombres que en las mujeres?- Aparentemente, porque cada vez más los psicoterapeutas estamos descubriendo que las relaciones extramatrimoniales son muy parecidas entre hombres y mujeres, aunque en el género masculino prima el sexo, y en el femenino los sentimientos.
- ¿El amor platónico también nos provoca bienestar?
- Es un peligro fatal, es como un laberinto, porque cuando alguien tiene un amor platónico, en verdad, se siente como un prisionero, y si nunca llega a confrontarlo con la realidad, se continuará sintiendo confuso. Puede servir para tapar un vacío sentimental en un momento determinado, pero tenemos que apartarnos de él tan pronto como nos demos cuenta de que lo padecemos. La mayoría de relaciones que han empezado siendo amores platónicos han terminado mal porque la realidad es diferente a lo que nuestra mente puede llegar a imaginar.
- ¿Y el amor eterno?
- Tampoco es bueno pensar en esos términos porque cuando creemos estar delante de un amor para toda la vida, nos desmotivamos y dejamos de trabajar para él. El amor es vivo, es como un organismo, como una planta o un animal, que siempre necesita respirar y nutrirse. La única forma de saber si ha existido o no un amor de verdad es cuando uno de los dos fallece.
- ¿Y cómo puedo saber si lo que siento es verdaderamente amor?
- Si para ti la otra persona es tu ídolo, la deseas, compartes opiniones y la manera de ver el mundo, es muy probable que estés delante del amor. No es cierto el dicho "los polos opuestos se atraen", porque los que se aman ven el mundo con la misma mirada.
- ¿Qué le diría a una persona que no ha amado nunca?
- Que va en sentido contrario, que no está trabajando lo suficiente para conseguirlo, no se puede esperar a que nos abran la puerta. Si uno aprende a hacer el camino, el amor es imposible de no encontrar porque es lo más democrático que existe en el mundo.
Una gran mayoría de personas confunden el uno y el otro tipo de amor. Y, seguramente, esa confusión radica en ese síntoma pasajero -y muchas veces conveniente- que es el "enamoramiento", en el que uno o ambos contendientes sufren una placentera locura pasajera y creen perder el control ante la situación. Quizás lo que de forma más evidente diferencia un amor del otro es la necesaria libertad que conlleva el sentimiento o, lo que es lo mismo, la ausencia de necesidad o de miedo, que es lo mismo. Si alguien se entrega sesgadamente al otro en una relación -por desconocimiento propio o por miedo a la entrega total en sí-, si el miedo a la soledad prima o si es la conveniencia lo que justifica esa relación, ese amor está generado e instaurado por la mente y, por tanto, no responde a nuestro amor interior. Por tanto, tendrá todas las cualidades intrínsecas de la mente humana, es decir, la temporalidad, el reduccionismo... y la insatisfacción, pues no removerá realmente nuestro interior, ni nos otorgará una experiencia vital plena!
Cuando desaparece el miedo, surje el amor verdadero que todos llevamos dentro! El amor es consustancial al ser humano y supone la entrega total y desmedida, aunque eso es difícil si es el miedo quien domina nuestra existencia. La libertad es la ausencia de necesidad, como afirmaba de manera contundente mi profesor de filosofía! Y cuando no existen condicionantes internos o externos, cuando uno decide libremente amar y compartir ese amor que brota desde dentro con ese otro singular e irrepetible, es cuando podemos hablar de amor de verdad. Lo demás, es decir, la conveniencia, la entrega a medias, la vivencia compartida pero sin crecimiento mútuo o incluso la necesidad de plasmarlo en los papeles para garantizarlo y perpetuarlo... son síntomas claros del miedo que domina nuestra vida y todo lo que existe en ella, incluido esa emulación del amor que la mente humana ha creado y que la sociedad ha aplaudido e institucionalizado! El amor verdadero, ajeno a casi todo ello, entiende solo de paz interior -porque libera el amor interno-, de crecimiento personal permanente y mutuo -porque la propia entrega nos hace ser y crecer-, de duración ilimitada -porque el Alma no entiende de tiempo ni espacio-... y, por todo ello, genera esa felicidad verdadera y cotidiana que solo el amor verdadero puede crear y sustentar! Los otros amores son simples sucedáneos, divertimentos o simulaciones del amor verdadero... sin su sentido pleno, sin la felicidad que buscamos y, lo que es peor, que acaban por generar sufrimiento y llenan nuestro pretendido y extenso currículum vital!
Aquí te traigo una entrevista a un terapeuta que define y describe el amor en sus más recónditas circunstancias y rincones. Extrae luego tus propias conclusiones...
Joaquim Quintino: "Hombres y mujeres viven experiencias extramatrimoniales muy parecidas ". El autor relata en su libro las diez reglas para alcanzar la felicidad en el amor
Unos lo encuentran sin saberlo, otros lo buscan toda la vida sin hallarlo, mientras que el resto aprende a construirlo. El amor es un sentimiento sobre el cual se ha escrito un gran volumen de literatura.
- ¿Qué es el amor?
- Es una carta cerrada porque siempre seguimos abriéndola para ver si está dentro. En realidad, el amor es una construcción donde dos adultos van a compartir sus vidas y sus cuerpos, y donde ambos se desean eróticamente.
- ¿Existe una receta para conseguirlo?
- Varias recetas. La más importante es conocer cómo es realmente el amor y no dejarnos llevar por tópicos adquiridos culturalmente. En este sentido, es fundamental la comunicación en la pareja, integrar pensamiento y acción –expresar al otro lo que sentimos–, entender que el amor incluye también el sexo, y que es necesario integrarlo en la pareja, así como aprender a visualizarse en un futuro. También se tiene que aceptar que algunas condiciones cambiarán a lo largo de los años, y que muchas pasiones nunca llegarán a consolidarse en amor, por lo que es necesario no tener miedo a empezar de nuevo.
- Pero hay gente que lo busca y nunca lo encuentra…
- El fallo está en la cultura, que nos muestra un camino erróneo para alcanzarlo. Las personas que buscan el amor y no lo encuentran es porque nadie les ha dicho qué ruta hay que seguir. Por ejemplo, cuando nos hablan de la historia de la princesa y el príncipe que se van al castillo y son felices y comen perdices. El amor no puede ser solamente una intuición, sino una construcción muy compeja.
- ¿Estamos programados para amar?
- Sí, pero no para hacer el camino que nos lleva al amor, hay que aprenderlo. Es cultural, nos dicen desde pequeños que no es necesario aprender a amar, pero eso es una mentira que nos impide alcanzar el amor.
- ¿Por qué el amor es fundamental para nuestro bienestar?
- Porque es la continuación de un afecto básico para el ser humano. Lo que siente un hijo pequeño por su madre es un sentimiento necesario para sobrevivir, al igual que el afecto que se tienen un grupo de jóvenes es preciso para descubrir mundo, ya que es mucho más fácil hacerlo de manera grupal. Luego, vendría el amor, un sentimiento que permite un desarrollo personal único, puesto que la consciencia que tenemos de nosotros mismos dependerá de cómo miremos al prójimo, del conocimiento que tengamos de él, y de cómo le sintamos.
- El amor se aprende y requiere esfuerzo.
- ¡Como todas las cosas grandes y bellas que hay en el mundo!, Muchas personas quieren disfrutar de él de manera inmediata, sin esfuerzo, como si lo pudieran encontrar de manera casual por la calle, pero el amor es un sentimiento que requiere trabajarlo a diario.
- ¿Amar implica sufrimiento?
- Sí, es prácticamente imposible que alguien que nunca ha sufrido por amor sea capaz de ser sensible a otra persona. Sólo se puede desarrollar la capacidad de empatía después de haber sentido sufrimiento, algo que no es bueno pero que nos habilita para comprender a los demás.
- ¿La pasión es la antesala del amor?
- Sí, para que haya amor es necesario que primero surja una fuerza emocional que llamamos pasión, un mecanismo que facilita que dos personas se presten la atención suficiente como para conocerse el uno al otro. Por eso, a menudo se dice que la pasión es la recámara del amor.
- Pero a veces la chispa no consigue encender la llama.
- Sí, es cierto. Y, entonces, es importante que las personas sepan que, si eso ocurre, tienen que volver a empezar de nuevo, dejar la relación porque, si no, van a sufrir mucho.
- ¿El matrimonio tiene algo que ver con el amor?
- El matrimonio posibilitó en el pasado el surgimiento del amor, pero son dos conceptos diferentes. El primero se refiere a la organización legal entre dos personas, el segundo es un vínculo emocional. Son cercanos, pero no es cierto que uno implique al otro. Hay muchas personas que sufren hoy en día en su matrimonio porque no sienten amor.
- ¿Se puede ser infiel a tu pareja y amarla al mismo tiempo?
- Es absolutamente imposible. Ser fiel es un indicador elemental de que uno ama a su pareja, y si no lo eres, quiere decir que, sientes cariño, amistad por la otra persona, pero no amor. Cuando alguien quiere verdaderamente a su pareja, aquella persona es la fuente principal de deseo, entonces, la infidelidad es algo imposible. Pero como muchos no saben hacer el camino hacia el amor, a pesar de estar casados, es natural que sean infieles.
- ¿Las experiencias extramatrimoniales son diferentes en los hombres que en las mujeres?- Aparentemente, porque cada vez más los psicoterapeutas estamos descubriendo que las relaciones extramatrimoniales son muy parecidas entre hombres y mujeres, aunque en el género masculino prima el sexo, y en el femenino los sentimientos.
- ¿El amor platónico también nos provoca bienestar?
- Es un peligro fatal, es como un laberinto, porque cuando alguien tiene un amor platónico, en verdad, se siente como un prisionero, y si nunca llega a confrontarlo con la realidad, se continuará sintiendo confuso. Puede servir para tapar un vacío sentimental en un momento determinado, pero tenemos que apartarnos de él tan pronto como nos demos cuenta de que lo padecemos. La mayoría de relaciones que han empezado siendo amores platónicos han terminado mal porque la realidad es diferente a lo que nuestra mente puede llegar a imaginar.
- ¿Y el amor eterno?
- Tampoco es bueno pensar en esos términos porque cuando creemos estar delante de un amor para toda la vida, nos desmotivamos y dejamos de trabajar para él. El amor es vivo, es como un organismo, como una planta o un animal, que siempre necesita respirar y nutrirse. La única forma de saber si ha existido o no un amor de verdad es cuando uno de los dos fallece.
- ¿Y cómo puedo saber si lo que siento es verdaderamente amor?
- Si para ti la otra persona es tu ídolo, la deseas, compartes opiniones y la manera de ver el mundo, es muy probable que estés delante del amor. No es cierto el dicho "los polos opuestos se atraen", porque los que se aman ven el mundo con la misma mirada.
- ¿Qué le diría a una persona que no ha amado nunca?
- Que va en sentido contrario, que no está trabajando lo suficiente para conseguirlo, no se puede esperar a que nos abran la puerta. Si uno aprende a hacer el camino, el amor es imposible de no encontrar porque es lo más democrático que existe en el mundo.
