martes, 8 de junio de 2010

¿PODEMOS EVITAR LA VERDAD?



De niños, uno de los peores calificativos que se puede recibir es "mentiroso". Y es que mentir es, sin duda, algo reprochable. Mi hija de corta edad no puede soportar que alguien falte a la verdad... y mienta! Pero la verdad es que casi todos mentimos alguna vez en nuestra vida. Unas veces, con la coartada de evitar el dolor y el sufrimiento ajeno, aunque a este tipo de mentira la llamamos "mentira piadosa"; en otras ocasiones, la mentira es para evitar la verdad incómoda y, en muchos de esos casos, nos mentimos incluso a nosotros mismos; otras veces, la mentira es una manera de engañar al otro y ocultarle una evidencia...

El ser humano tiene argumentos para todo y para todos. Incluso para evadirse de la realidad y engañarse a sí mismo. De niños, nuestra mayor preocupación al actuar mal, era no ser descubiertos y, en caso de serlo, tener un argumento o mentira preparada para evitar la culpabilidad. Ya de adultos, el problema ya no es parecer o no culpables ante los demás, sino sentirlo ante uno mismo o ante la propia vida. Y es que la culpa es una pesada carga en la conciencia humana y algo difícil de liberar. La culpabilidad es una losa que se lleva durante años y que, lamentablemente, condiciona casi todas nuestras decisiones y acciones, modificando sustancialmente nuestra vida y haciéndola sombría... y, lo que es peor, alejada de la verdad de nosotros mismos. Y es que, para que uno se sienta culpable, no es siquiera necesaria la presencia y/o acción de alguien más, se basta uno mismo, el más severo juez que tenemos!

Suelo afirmar que nuestra vida debería acercarse lo más posible a nuestra realidad. Identificar, aceptar y entender lo que en ella ocurre es el primer paso a conseguir en nuestra vida! Y, cómo no, ello nos llevará a la verdad, aunque para ello debamos sacarnos de encima lo superfluo, lo falso y lo ajeno para adentrarnos en nuestro interior, donde se halla. Y la verdad, sin duda, está cerca del amor! Por ello, cuando nos dejamos dominar por el miedo, hacemos lo posible por evitar la realidad, mentimos y nos engañamos a nosotros mismos -y a los demás-, viviendo una vida ilusoria, errónea y ajena que no hace más que distanciarnos de nosotros mismos y, como consecuencia, de la felicidad!

Te traigo un interesante texto que habla sobre la mentira. Extrae tus propias conclusiones...


La mentira expresa un temor o un sentimiento de culpa, aceptando este hecho mentiremos cada vez menos

Si no se sientes afectado por este problema, sabes que nunca he conocido a una persona que no mienta. ¿Por qué? Porque todo el mundo tiene miedo o se siente culpable en algún momento de su vida. Desde jóvenes hemos aprendido a mentir para no enfrentar nuestros miedos. Además, estoy segura de que has escuchado a tus padres mintiendo en varias ocasiones. Un ejemplo típico es el de un padre que le pide a su hijo que conteste el teléfono y diga que está ausente.

Es importante entender que nunca mentimos para perjudicar a otros, sino por nuestra incapacidad para ser verdaderos. Mentimos para no tener que asumir la responsabilidad, es decir, asumir las consecuencias de nuestras acciones.

Éstos son algunos ejemplos.

- Un niño rompe la ventana de su vecino. Por temor de ser reprendido y creyendo evitar las consecuencias de sus acciones, miente!.
- Una persona se comprometió a llamar a otro, pero no lo hace. Y le explica que trato de llamarlo varias veces sin éxito. miente por miedo a la sentencia de los demás y a que esa persona le retire su amor.
- Un empleado llega tarde al trabajo. Al no tener ninguna excusa, la prepara antes de llegar.

Estos ejemplos confirman mi afirmación anterior, se esconde detrás de cada mentira un sentimiento de culpa, de miedo a tener que asumir las consecuencias o de no ser amado.

¿Cómo detener este comportamiento? La solución es simple: es cierto!. Pero antes de comenzar el planteamiento para llevarlo a la realidad, les recuerdo que no podemos ser aceptados por los otros por lo que somos si antes no nos aceptamos nosotros mismos por lo que no queremos ser. Date el tiempo para aceptar tu humanidad y tus miedos. Luego, hazte la siguiente pregunta: " De que y de quien tengo miedo en esta situación? "Cuando encuentres la respuesta, compruebe si estas dispuesto a hacer frente a estos temores.

Cada vez que mientes, hazte la misma pregunta y decide si quieres enfrentar tus miedos o de dejarlos tomar el control de tu vida, siempre tienes esa opción, pero en los dos casos debes estar al tanto que todo tiene sus consecuencias, agradables o no.

Si decides afrontar la situación, ve a ver a la persona y le dices que mentiste porque tenias miedo. Esta simple acción aumentara la confianza del otro en ti. Y aunque no lo acepte y lo diga, la otra persona "lo siente" hay un cambio energético. te sugiero hacerlo con las personas con quien tienes relaciones mas difíciles, que generalmente son las que se encuentran cerca de nosotros, parejas, hijos, padres...Y veras como una este simple hecho produce una mejoría.

Si dejas que el miedo asuma el control, es porque estas convencido de que la verdad tendrá consecuencias terribles las cuales no puedes por los momentos enfrentar. En este caso, es muy importante darte el derecho a tener miedo. La manera más eficaz de llegar a la aceptación de esta situación es darse cuenta de que si mientes, por ley de atraccion otras personas te mentiran, recuerda cosechamos lo que sembramos!

Tu sabrás que has aceptado tu derecho a tener miedo de decir la verdad, cuando sentirás el miedo de otras personas al mentirte. aceptando ser lo que no queremos ser, podemos llegar a la ultima etapa de este camino, LA VERDAD!

Lise Bourbeau

Traduccion: Ana Sandrea

 

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