Seguramente el llamado Síndrome Post-Vacacional tiene algo que ver con la falta de sentido en nuestra vida. Sin sentido, todo todo lo que hacemos se convierte en vacio, rutinario, repetitivo... día a día, mes a mes, año a año! Y, evidentemente, eso incluye al trabajo! La sociedad, lejos de intentar solucionar ese defecto vital, se conforma en bautizarlo con un nuevo nombre y, por qué no, convertirlo en una dolencia humana más, como si todo en nuestra vida fuera terapéuticamente tratable. Ni que decir tiene que, si pretendiera lucrarme del mal común y ajeno como muchos hacen, organizaría sesiones terapéuticas en esta época post-vacacional o bien cada domingo, momento en que el ánimo decae ante el final del fin de semana!
Conozco pocas personas que dediquen sus días a lo que realmente les interesa o les apasiona! Muchas de ellas han decidido separar la vida personal de lo que significa su profesión o actividad laboral. El primer efecto constatable es su actitud en el lugar de trabajo, cumpliendo el expediente sin interés o simplemente (si tratan al público) proyectando su ira e insatisfacción al usuario o cliente! Ni que decir tiene que si esas personas trabajaran en algo que les apasionase, su actitud sería la contraria, intentando mejorar su tarea día a día y/o demostrando el máximo interés en atender como merece al público que acude a ellos.
Pero no se trata de trabajar solo en algo que nos apasione, aunque sería lo humanamente perfecto, sino poner ilusión y compromiso a lo que nos ocupa, sea lo que sea. Lamentablemente, pocos tienen hoy la fortuna -o el valor- de vivir de lo que les apasiona. Pero, en cualquier caso, siempre se puede tener una actitud positiva en la actividad que ocupa una parte importante de nuestra jornada cotidiana! Recuerdo que, durante mi trabajo en una gran empresa semi-pública como responsable de Relaciones Externas, sorprendía a mis compañeros -jefes y empleados- mi perenne sonrisa y buen humor a la hora de llevar a cabo mi responsabilidad profesional; y, evidentemente, dado que mi cargo era directivo, hubo quien juzgó mi actitud como falta de autoridad ante mis "subalternos". La verdad es que sigo pensando que la actitud positiva es esencial en el liderazgo... y cada uno debe ser capaz de liderar su vida, incluyendo en ella la actividad laboral. Muchas veces ese liderazgo se manifiesta con una amplia sonrisa ante los que se cruzan en nuestro día a día, ya sean jefes, socios, clientes, proveedores o empleados!
Te traigo un artículo que, como cada año en esta época, trata del llamado "Síndrome Post-vacacional", que explica -ni más ni menos- el bajo tono con que enfrentamos la vuelta al trabajo, tras las vacaciones. Extrae tus propias conculsiones...
La crisis suaviza el temido síndrome postvacacional
El miedo al paro ha reducido este sentimiento y según una encuesta el 80% está contento de volver al trabajo Aunque no hay unanimidad entre los expertos médicos sobre si existe o no esta dolencia, un 56% reconoce que ha sufrido en alguna ocasión. La Vanguardia 30/8/2010.
Barcelona. (Agencias).- Hoy es un día muy duro para aquellos que regresan al trabajo tras las largas vacaciones de verano. Aunque este año las cifras del paro han hecho reflexionar a muchos que no ven en la vuelta a su rutina habitual una desgracia. Por primera vez, según una encuesta, el 80 por ciento está contento de volver.
Pero todavía hay quienes sufren el llamado 'síndrome postvacacional'. Algunos psicólogos aseguran que se trata de una combinación física y psíquica tras un mes atípico sin madrugones ni obligaciones. Y, sobre todo, es un fenómeno latino.
Se sufre en países como España, Francia o Italia donde las vacaciones suelen ser más prolongadas y estacionales que en otros lugares.
Sin embargo, otros profesionales aseguran que la depresión es una enfermedad psiquiátrica bien definida que afecta a unos seis millones de españoles y constituye la segunda causa de baja laboral en España, mientras que los síntomas que se presentan tras la vuelta al trabajo, después de las vacaciones, no se corresponden con los de una depresión ni ninguna otra enfermedad.
El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Jerónimo Saiz, recuerda que "la depresión postvacacional no existe porque no tiene entidad clínica". En su opinión, la vuelta al trabajo después de las vacaciones es simplemente una dificultad más de la vida que requiere adaptarse a una realidad que no siempre concuerda con las expectativas. "Si la depresión se asocia al regreso de las vacaciones es puramente una coincidencia. Aquéllos que la sufren estaban enfermos previamente".
Por su parte, la experta en psicología clínica, Elena Borges, recuerda en declaraciones a Europa Press, que no se trata, por tanto, de ninguna enfermedad o síndrome, sino de un proceso emocional normal. "Hay que hacer hincapié en que no es una enfermedad mental que deba ser tratada por un profesional, es simplemente un estado de ánimo que pertenece al curso de la vida", añade.
Casi el 50% tarda una semana en rendir al 100%
En cualquier caso, según recoge una encuesta realizada por Randstad a una muestra de 996 personas de 18 a 65 años un 45,44% de los trabajadores tarda como mínimo una semana en volver a rendir al 100% de sus posibilidades tras la vuelta de vacaciones y, exísta médicamente o no, un 56% reconoce que ha sufrido en alguna ocasión el síndrome postvacacional.
Ante la circunstancia de que sólo la mitad de los trabajadores esté en plenas condiciones a su vuelta al trabajo, hay un 36,88% que reconoce necesitar dos o tres días para "aclimatarse", mientras que sólo un 17,68% afirma que lo supera tras el primer día de trabajo.
En cuanto a la franja de edad, son los más mayores los que demuestran signos más rápidos de recuperación, ya que un 27,78% de menores de 45 años reconoce que tarda tan sólo un día. El resto de profesionales se decanta en su mayoría por un par de días de duración para volver a la rutina.
Conozco pocas personas que dediquen sus días a lo que realmente les interesa o les apasiona! Muchas de ellas han decidido separar la vida personal de lo que significa su profesión o actividad laboral. El primer efecto constatable es su actitud en el lugar de trabajo, cumpliendo el expediente sin interés o simplemente (si tratan al público) proyectando su ira e insatisfacción al usuario o cliente! Ni que decir tiene que si esas personas trabajaran en algo que les apasionase, su actitud sería la contraria, intentando mejorar su tarea día a día y/o demostrando el máximo interés en atender como merece al público que acude a ellos.
Pero no se trata de trabajar solo en algo que nos apasione, aunque sería lo humanamente perfecto, sino poner ilusión y compromiso a lo que nos ocupa, sea lo que sea. Lamentablemente, pocos tienen hoy la fortuna -o el valor- de vivir de lo que les apasiona. Pero, en cualquier caso, siempre se puede tener una actitud positiva en la actividad que ocupa una parte importante de nuestra jornada cotidiana! Recuerdo que, durante mi trabajo en una gran empresa semi-pública como responsable de Relaciones Externas, sorprendía a mis compañeros -jefes y empleados- mi perenne sonrisa y buen humor a la hora de llevar a cabo mi responsabilidad profesional; y, evidentemente, dado que mi cargo era directivo, hubo quien juzgó mi actitud como falta de autoridad ante mis "subalternos". La verdad es que sigo pensando que la actitud positiva es esencial en el liderazgo... y cada uno debe ser capaz de liderar su vida, incluyendo en ella la actividad laboral. Muchas veces ese liderazgo se manifiesta con una amplia sonrisa ante los que se cruzan en nuestro día a día, ya sean jefes, socios, clientes, proveedores o empleados!
Te traigo un artículo que, como cada año en esta época, trata del llamado "Síndrome Post-vacacional", que explica -ni más ni menos- el bajo tono con que enfrentamos la vuelta al trabajo, tras las vacaciones. Extrae tus propias conculsiones...
La crisis suaviza el temido síndrome postvacacional
El miedo al paro ha reducido este sentimiento y según una encuesta el 80% está contento de volver al trabajo Aunque no hay unanimidad entre los expertos médicos sobre si existe o no esta dolencia, un 56% reconoce que ha sufrido en alguna ocasión. La Vanguardia 30/8/2010.
Barcelona. (Agencias).- Hoy es un día muy duro para aquellos que regresan al trabajo tras las largas vacaciones de verano. Aunque este año las cifras del paro han hecho reflexionar a muchos que no ven en la vuelta a su rutina habitual una desgracia. Por primera vez, según una encuesta, el 80 por ciento está contento de volver.
Pero todavía hay quienes sufren el llamado 'síndrome postvacacional'. Algunos psicólogos aseguran que se trata de una combinación física y psíquica tras un mes atípico sin madrugones ni obligaciones. Y, sobre todo, es un fenómeno latino.
Se sufre en países como España, Francia o Italia donde las vacaciones suelen ser más prolongadas y estacionales que en otros lugares.
Sin embargo, otros profesionales aseguran que la depresión es una enfermedad psiquiátrica bien definida que afecta a unos seis millones de españoles y constituye la segunda causa de baja laboral en España, mientras que los síntomas que se presentan tras la vuelta al trabajo, después de las vacaciones, no se corresponden con los de una depresión ni ninguna otra enfermedad.
El presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, Jerónimo Saiz, recuerda que "la depresión postvacacional no existe porque no tiene entidad clínica". En su opinión, la vuelta al trabajo después de las vacaciones es simplemente una dificultad más de la vida que requiere adaptarse a una realidad que no siempre concuerda con las expectativas. "Si la depresión se asocia al regreso de las vacaciones es puramente una coincidencia. Aquéllos que la sufren estaban enfermos previamente".
Por su parte, la experta en psicología clínica, Elena Borges, recuerda en declaraciones a Europa Press, que no se trata, por tanto, de ninguna enfermedad o síndrome, sino de un proceso emocional normal. "Hay que hacer hincapié en que no es una enfermedad mental que deba ser tratada por un profesional, es simplemente un estado de ánimo que pertenece al curso de la vida", añade.
Casi el 50% tarda una semana en rendir al 100%
En cualquier caso, según recoge una encuesta realizada por Randstad a una muestra de 996 personas de 18 a 65 años un 45,44% de los trabajadores tarda como mínimo una semana en volver a rendir al 100% de sus posibilidades tras la vuelta de vacaciones y, exísta médicamente o no, un 56% reconoce que ha sufrido en alguna ocasión el síndrome postvacacional.
Ante la circunstancia de que sólo la mitad de los trabajadores esté en plenas condiciones a su vuelta al trabajo, hay un 36,88% que reconoce necesitar dos o tres días para "aclimatarse", mientras que sólo un 17,68% afirma que lo supera tras el primer día de trabajo.
En cuanto a la franja de edad, son los más mayores los que demuestran signos más rápidos de recuperación, ya que un 27,78% de menores de 45 años reconoce que tarda tan sólo un día. El resto de profesionales se decanta en su mayoría por un par de días de duración para volver a la rutina.
