martes, 3 de febrero de 2009

SENTIR EL DOLOR AJENO



Estos días, España está conmocionada ante la desaparición de una joven de 17 años en Sevilla, su ciudad natal. Más allá de los comentarios en los informativos de TV y en los periódicos, del presunto peligro de los quasi-promiscuos chats demasiado frecuentados por los jóvenes, me gustaría adentrarme en la situación personal de sus malogrados co-protagonistas involuntarios, sus padres y su familia en general.

Cualquiera que, como yo, sea padre, aceptará lo terrible que debe ser la desaparición de un hijo! Personalmente creo que la desaparición de un hijo por fallecimiento o similar es algo que afectará lamentable e irreversiblemente la vida entera de unos padres. No voy a entrar aquí en el tópico social de si lo sufre más la madre o el padre. En todo caso, convendrá recordar que al hombre, en general, le cuesta más identificar, gestionar y expresar sus sentimientos en general, luego se comportará de manera aparente y públicamente más objetiva y consistente que la madre, en un caso así de dramático! Tampoco, a estas alturas de la vida, voy a cuestionar la mayor unión física, doméstica, emocional y espiritual de la madre con su hijo! Pero, ante un dolor como el que provoca la muerte de un hijo, todas las palabras se quedan cortas y vacías... y no hay hombres ni mujeres capaces de soportarlo!

¿Hay algo peor que la muerte de un hijo?


Sí, seguramente es mucho peor la incertidumbre de no saber dónde está ese hijo querido y ausente. Siempre recuerdo a una buena amiga mía, educada antaño en los usos y costumbres clásicas de una familia unida y cohesionada, como, tras su traumática separación matrimonial, una de las consecuencias fue la rebeldía de un hijo suyo, quien se introdujo en el opaco mundo de las drogas y se marchó de casa para vivir como un okupa, es decir, sin paradero conocido por su sufrida y tradicional madre; ésta, durante muchos meses, no supo dónde habitaba su propio hijo fugado y sufría en silencio ante el abandono y la ignorancia de qué tipo de suerte vivía su niño; su enorme fe en Dios y su coraje personal, contra todo pronóstico en una persona educada desde la infancia para una vida cómoda y sin sobresaltos, sin duda le ayudaron a gestionar tan desagradable situación humana como madre!

Y, volviendo al caso que nos ocupa, el de Marta, la adolescente de 17 años desaparecida en Sevilla y aún, a día de hoy, en paradero desconocido, hoy he visto la entereza del padre ante los medios de comunicación, explicando las circunstancias de la desaparición, relatando cómo él lleva días asomándose a la ventana esperando su nunca más deseado regreso y, al final, apelando a los espectadores a que les ayuden a localizar a su hija desaparecida; la madre, que también ha comparecido ante los medios, con una voz desgarradora ha suplicado -entre lágrimas y sollozos- ante las cámaras que le devolvieran a su querida hija. Me cuesta pensar o sentir en toda su crudeza lo que, desde hace unos días, están sintiendo estos padres de la niña desaparecida. Tengo una hija de 8 años y me resulta imposible ni tan siquiera imaginarme a mí mismo como padre ante una situación parecida! Supongo que la muerte es la última hipótesis que se baraja ante tal incertidumbre, la mente se encarga de elucubrar antes con posibles secuestros, accidentes, fugas de adolescentes, etc. Y los medios de comunicación, lejos del tratamiento humano del tema, no ayudan a disipar las dudas ni el consabido dolor familiar, como tampoco lo hacen las autoridades competentes, obstinadas en demostrar su modélica y eficaz gestión en el caso. Pero, detrás de todo ello, tras las habladurías de la calle y las acciones desesperadas y encomiables de miles de blogeros, internautas y compañeros de la escuela de Marta, están los ahogados sentimientos de unos padres que, impotentes e incrédulos, no pueden hacer más que soñar en la resolución de su vital duda, a cualquier precio y en cualquier sentido!

Te invito a que veas el siguiente vídeo, realizado por los propios compañeros de Marta. Alguien dijo que el ser humano no necesita padecer en su propia piel todas y cada una de las emociones y sensaciones que es capaz de sentir y de asimilar, que no nos bastaría una sola vida para lograrlo! Juzga tú mismo y, por favor, intenta entender lo que hay detrás del hecho informativo que hoy nos conmueve a todos.



¿COMENTARIOS, OPINIONES? PARTICIPA EN NUESTRO FORO DE OPINIÓN

http://forocontigomismo.ning.com

 

Tell me when this blog is updated

what is this?