jueves, 2 de julio de 2009

LA VIDA ES PARA VIVIRLA, NO PARA JUZGARLA



Hace unos días acababa un libro ("Los cinco secretos que debes descubrir antes de morir", John Izzo, Ed. Urano, 2008) que me dió que pensar y, en algún tema, puso palabras a un sentimiento que llevo dentro y que procuro vivir cada día. Normalmente somos demasiado estrictos con nosotros mismos y, por ende, con lo demás, en nuestra vida. Y esa exigencia mal aprendida nos demanda tanto, que somos incapaces de vivir y experimentar la vida tal y como es, sin espectativas ni planes prefijados, siempre pensando si es tan justa, merecida o feliz como deseamos... cuando nuestra alma -a través de señales- nos da las pistas suficientes para saberlo! Mientras solo pensamos cómo debemos vivir la vida, ésta se nos escapa día a día y nos impedimos vivirla intensamente para mejorar cada día. Al fin, acabamos haciendo un Manual de Buen Gobierno (como le llaman actualmente las grandes corporaciones a ese libro que nadie sigue, pero que les complace tener para justificar su escasa ética), en vez de vivir la vida tal y como somos interiormente.

Yo, después de demasiados años habiéndome juzgado estrictamente y habiendo juzgado con igual rasero a lo demás, tuve que darme cuenta y perdonarme por haber perdido casi toda mi energía en ese absurdo empeño; así, habían pasado muchos años en lo que me olvidé de vivir; hoy, mi gran logro es haberme dado cuenta de ello e intentar -no siempre es fácil- no juzgarme ni juzgar a lo demás, gracias a mi creciente amor por mí mismo y por todo lo que habita mi vida! Porque amar, entre otras cosas, significa siempre confiar! Amar a alguien es confiar en esa persona que ahora es y en la que mañana llegará a ser... o sea, ella misma y, por tanto, feliz! Amar es dejar de preocuparte por ti mismo y por los seres queridos, intentando concentrarte en nuestra singularidad, capacidad y voluntad de crecimiento hacia la felicidad. Como amar a alguien significa ser parte de su felicidad, ya sea como privilegiado protagonista o como mero espectador. Y si no confiamos en todo eso, el miedo inunda nuestro corazón y éste lo propaga por nuestra vida entera, en nuestra decisiones y relaciones, manifiestándose en nuestra errónea manera de vivir a medias, muy lejos de lo que realmente merecemos. Porque juzgar es desconfiar... de uno mismo, de los demás o de la vida que nos han dado! Y todo eso es solo miedo... mientras que amar es, simplemente, vivir de verdad!

Aquí tienes un texto sobre este tema. Recapacita y date cuenta de lo fácil que es cambiar tu vida, desterrando al miedo... y sustituyéndolo por amor de verdad!


Hay que vivir nuestra vida, en vez de juzgarla. Y vivir la vida significa tomar la vida día a día y momento a momento, intentando siempre profundizar en nuestro conocimiento de lo que significa ser humanos. La vida nunca será perfecta y siempre estaremos avanzando hacia la perfección. "Has tenido la vida que has tenido; cuando lo aceptamos, empezamos a estar completos". Al juzgar la vida nos infravaloramos. La mente, al juzgar, nos paraliza, ya sea proporcionándonos la falsa sensación de que somos perfectos o haciendo que nos sintamos ineptos del todo. Hemos tenido la vida que hemos tenido, y ahora tenemos la oportunidad de crecer. Un proverbio chino cita "El mejor momento para plantar un árbol era hace veinte años, pero el segundo momento es hoy", nunca es demasiado tarde! Deja de juzgar que has tenido y sigue con la (mejor) vida que todavía puedes llevar!

John Izzo ("Los cinco secretos")



¿COMENTARIOS, OPINIONES?

PARTICIPA EN NUESTRO FORO DE OPINIÓN

 

Tell me when this blog is updated

what is this?