lunes, 18 de enero de 2010

NO VIVAS DEL AYER, TU FELICIDAD ESTÁ EN JUEGO


En nuestra vida no hay peor enemigo que nosotros mismos! Por lo que creemos ser, por lo que fuimos o por lo que los demás hiciéron o hacen de nuestra vida. Por ello resulta importante cuestionarse uno mismo, ver si está siendo y sintiendo lo que en realidad es y siente hoy en su interior... y no cómo debe ser o le han dicho que es o fue en su vida. Las cincunstancias no hacen a las personas... sino que las personas deben crear las nuevas circunstancias!

¿Cuántas veces -en el necesario instante con uno mismo- vemos que estamos errando en nuestra vida, que algo va mal en ella... y sufrimos en silencio, sin entender que eso es un aviso para movernos? ¿Cuántas veces, viéndolo y sintiéndolo así, no somos capaces de cuestionárnos a nosotros mismos o la vida que llevamos, para mejorarla? ¿Cuántas veces nos conformamos con todo ello, resignándonos a hacer lo que hacemos... aún sabiendo que no es positivo ni beneficioso para nosotros? ¿Pensamos encontrar la felicidad de esa manera, renunciando a lo que somos, sentimos y merecemos? ¿Por que asumimos la culpa y nos condenamos a purgarla de por vida?

Seguramente estas son preguntas que, de vez en cuando, te haces. Y te diría que es bueno que acudan a nosotros desde la conciencia, pues es el primer paso para descubrir esa mentira en la que estamos instalados y que, demasiadas veces, hemos creado -y creído- nosotros mismos! Es bueno saber que estamos equivocados y confusos, es bueno sentir la necesidad de enmendar nuestros errores y es mejor aún intentar solucionarlos para obtener la vida que merecemos! Pero, lamentablemente, mucha gente es bien consciente de sus debilidades, flaquezas y errores... pero no hace nada por corregirlos! Y así pasan los años... hasta que la vida acaba siendo una manera de vivir lo que no toca y de resignarse a no vivir lo que deseamos!

No soy partidario de mirar demasiado hacia atrás, pero si lo hiciéramos veríamos -con sorpresa- que mucho de nuestra vida hoy está precisamente anclado en un pasado vivido. Y eso, aunque inevitable porque no podemos cambiar nuestra historia, hoy condiciona nuestra vida y nuestras decisiones de tal manera, que la hace perjudicial! Mirar atrás nos muestra que muchos de nuestros pensamientos y valores ya no son válidos ni favorables para nosotros y nuestro ahora! Pero esos credos -conscientes o no- suelen estar ahí, en nuestra mente o nuestro corazón herido, hasta que tenemos el valor de mirarlos de frente! Mientras, desde la oscuridad, siguen perturbando nuestra vida y nuestro concepto de nosotros mismos! Una vez los sacamos a la luz, se diluyen ante la realidad del hoy y nos hacen recuperar la libertad! Es solo entonces cuando somos capaces de ver, sentir y vivir lo que realmente tenemos en frente, lo que nuestro corazón nos dice... y no solo lo ilusorio, lo pasado y lo mal visto, sentido y vivido en nuestra historia y guardado en nuestra memoria! Eso es lo que permite que seamos capaces de ver, sentir y vivir cada persona, momento y lugar por lo que es en realidad, lo que merece ser... y no por lo que fue o debería ser! Eso es otorgarle a cada cosa su sitio, su importancia y su valor en el ahora y en nuestro corazón. Así, ciertas personas, momentos y lugares cobran nuevo sentido en nuestra vida y adquieren el valor y el protagonismo que realmente merecen!

No vivas del ayer, ni huyas de él, aprende de lo que te trajo... y conviértelo así en un hoy más pleno, ni más ni menos, que el que en realidad mereces... y tu corazón te reclama en el silencio contigo mismo! Y si no eres capaz por tí mismo, busca ayuda en alguien que te quiera de verdad por ser como realmente eres y serás... y no por como fuiste o como desearía que fueras! Tu felicidad está en juego!


El efefante y la estaca

Cuando yo era pequeño me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. Me llamaba especialmente la atención el elefante, que, como mas tarde supe, era también el animal preferido por otros niños. Durante la función, la enorme bestia hacía gala de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales… Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas

Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo. Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza, podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.

El misterio sigue pareciéndome evidente.

¿Qué lo sujeta entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenia cinco o seis años, yo todavía confiaba el la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a un maestro, un padre o un tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca, y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho esa pregunta alguna vez.

Hace algunos años, descubrí que, por suerte para mí, alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.

Imagine que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro… Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede.

Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.

Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.

Jamás, jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza…

Jorge Bucay


¿COMENTARIOS, OPINIONES? PARTICIPA EN NUESTRO FORO DE OPINIÓN

http://forocontigomismo.ning.com

 

Tell me when this blog is updated

what is this?