miércoles, 10 de marzo de 2010

SEXO MASCULINO... ¿Y ANIMAL?



Tenemos la manía de ponderar todo, compararnos entre nosotros y procesar mentalmente todo lo que vemos y hacemos en nuestra vida! Y las relaciones de pareja no se escapan de esa tóxica comparación, plagada de tópicos y condicionantes físicos y psiquicos. Las relaciones sentimentales se plantean como una pugna de intereses contrarios y excluyentes, donde uno gana, otro pierde; uno impone, otro cede; uno manda, el otro, obedece! No podemos negar que el hombre y la mujer son, esencialmente, diferentes, gracias a Dios! Pero ese determinismo social, científico y genético, creo que no hace más que fomentar la comparación, la desigualdad y la competitividad entre ellos, cuando no, la violencia... pues nacen del Ego y, por tanto, del miedo! Y, ni que decir tiene, que esa comparación y competitividad se basa en el miedo! Uno no es lo que es... sino más alto, más fuerte, más inteligente, más... lo que sea, que el otro!

Evidentemente, lo más importante para paliar la inutil comparación es admitir que ambos -hombres y mujeres- son personas... aunque algunos no hagan excesiva gala de ello! Eso les une inexorablemente como seres humanos frente a su devenir en la vida, con las mismas armas: sus seres auténticos y su esencia humana! Podremos admitir variantes en sus "herramientas", favorecidas por la cultura y la educación, e incluso por algún determinismo genético esencial, como por ejemplo la capacidad femenina de engendrar un nuevo ser! Pero más allá de estos condicionantes, ambos piensan, sienten y hacen en su vida como personas que son! Una diferencia, para mí esencial, es su capacidad o no de sintonizar con su ser auténtico, llamémosle alma. El hombre, más complaciente con lo externo porque le favorece -en un mundo anclado en la agresividad, la violencia gratuita y la competitividad- está más alejado de la paz interior, de la introspección personal y de la mera gestión de sus sentimientos. La mujer, en cambio, por su naturaleza de garante de la salud mental, emocional y física de las nuevas generaciones, los hijos, está más próxima a su ser interior, es decir, a su alma. ¿Puro desinterés histórico por los valores femeninos, como acertademante opina Osho? ¿Consecuencias inmediatas? La mujer es mucho más inquieta ante la vida interna, lo que le convierte en una experta en la gestión de emociones, propias y ajenas.

Me dedico al Coaching hace tiempo y, ni que decir tiene que, quien suele recurrir a mis servicios personales son las mujeres... y algún hombre despistado intentando enderezar su vida profesional o matrimonial, descalabrada. Ya sé que muchas mujeres viven con angustia esa tendencia a preocuparse por su vida, pero es tan absurdo como considerar la maternidad como un impedimento para realizarse como persona, en vez de considerarlo como un privilegio exclusivo de ella y que le otorga el singular papel de madre. Y es que, desgraciadamente, la cultura y educación del mundo se basa en primar lo externo y trivial, en vez de fomentar lo auténtico del ser humano! Es por eso, quizás, que no creo en el tan cacareado feminismo de la igualdad, sino que soy ferviente defensor del feminismo de la diferenciación! Hombre y mujer aportan, afortunadamente, visiones diferentes pero complementarias de ver y de vivir la vida. Donde uno acaba, empieza el otro... Otra cosa es que el mundo hoy debería potenciar, cada día más, los valores femeninos, no solo para equiparar su peso en la sociedad, sino para paliar los dramáticos efectos de la masculinización de un mundo plagado de violencia de todo tipo, ya sea ante los seres humanos, la fauna o el medio ambiente!

Aquí te traigo una entrevista de un experto en animales que escribe un libro sobre las relaciones entre ambos sexos, especialmente el hombre. Extrae tus propias conclusiones y no te quedes solo en los tópicos que maneja en su particular visión...


"No hay hombres fieles, sino hombres que en un instante de su vida lo son"

Nacho Sierra, especialista en comportamiento animal, presenta el libro 'El cerebro entre las piernas' donde pone patas arriba y con sentido del humor al sexo masculino

La Vanguardia. Albert Domènech Barcelona 05/03/2010

Muchos lo conocen por sus apariciones televisivas aconsejándonos y aleccionándonos sobre el mundo animal. Pero Nacho Sierra es mucho más que eso. El psicólogo ha cambiado ahora de hábitat para ofrecer de forma divertida su particular visión del universo masculino. La verdad es que los hombres no salimos muy bien parados con sus anécdotas y sus categorías de cerebros masculinos, algo que hará las delicias, o no, del público femenino. 'El cerebro entre las piernas' es un libro que directamente carga contra las estratagemas del sexo masculino, poniendo en duda su fidelidad y desvelando algunas de sus artimañas para seducir a las mujeres. Con humor irónico y atrevido, Nacho Sierra, que está a punto de editar un nuevo libro sobre conducta humano-animal, asegura que las mujeres están mucho más adaptadas que los hombres, y que son capaces de controlar más cosas a la vez. Según el autor, el principal objetivo del libro es ayudar a pensar riéndose de uno mismo, aunque seguramente más de uno se encontrará entre la espada y la pared. O entre su cerebro y la pared, según como lo quieran ver.

-Se va extendiendo por Internet que el suyo es el primer libro feminista escrito por un hombre. ¿Cómo lo lleva?
-Sí, es verdad (Sonríe). Creo que es una de las mejores definiciones que se ha hecho de mi libro porque cualquier hombre que lo ve, piensa eso. Es un libro que va a favor de la mujer y que ayuda a la mujer en todo momento.

-Hablemos de nuestro cerebro. ¿El sexo es lo que diferencia el cerebro de un hombre del de una mujer?
-Hombre, el sexo es una cosa importante tanto en el cerebro de un hombre como en el de una mujer. Si habláramos de animales, el sexo en el macho tiene un poder más importante que en el de la hembra, ya que los machos funcionan por acumulación de coitos y las hembras de la naturaleza por la selección de coitos. Llevado al terreno humano, evidentemente tanto la mujer como el hombre somos animales con la cultura del sexo. No sólo practicamos el sexo por reproducción sino que también hacemos el sexo por placer. El sexo es una cultura dentro del ser humano. Lo que pasa es que todavía quedan en el hombre esos vestigios primitivos de macho.

-Hacemos del sexo algo más visual…
-Sí, dicen que nosotros nos enamoramos por la vista y las mujeres por el oído. Son dos formas de interpretar que los canales de seducción del hombre y de la mujer son distintos. Nosotros somos más visuales, quizás más primitivos.

-¿A qué edad cree que se empieza a activar nuestro cerebrito sexual?
-El cerebrito se activa cuando los niveles de testosterona se empiezan a elevar. Al principio llevas una cosa colgando y te piensas que es sólo para hacer pis. Luego empiezas a darte cuenta que tocártela de vez en cuando empieza a gustarte. Y es a partir de ahí cuando los niveles de testosterona aumentan y empezamos a tener un cerebro entre las piernas (Sonríe).

-¿Hay forma humana de desactivar ese cerebrito?
-Es muy difícil, la desconexión del cerebrito viene con un nivel de autocontrol muy grande. Siempre he dicho que no hay hombres fieles, sino hombres que en un momento de su vida lo son. Es complicado encontrar a una persona que haya tenido muchas parejas a lo largo de su vida y que llegue a los 40 años de edad diciendo que ha sido fiel a todas las parejas. Hay muy pocos. Lo que sí es más frecuente es encontrar a hombres que con determinadas parejas de su vida con las que sí que han sido fieles. Un hombre de menos de 40 años es un ser sospechoso (Ríe).

-¿Todos los hombres tenemos lo que usted define como "penepensamientos"?
-Sí, unos más, otros menos, pero todos los tenemos. Los "penepensamientos" son los que hacen que nuestra forma de actuar esté condicionada por el cerebrito de abajo y no por el cerebro actualmente pensante, que es el principal.

-Dice en su libro que todavía no entiende porque las parejas se engañan tanto. ¿Ha podido llegar ya a una conclusión tras la publicación del mismo?
-La verdad es que todos sabemos las razones, lo que no sabemos es cómo conseguir llegar a esa fidelidad. La fidelidad es la asignatura pendiente que tiene el ser humano y será una asignatura pendiente de por vida ya que el sexo tiene mucha fuerza.

-¿El mundo animal también tiene esta asignatura pendiente, o ellos lo llevan mucho mejor que nosotros?
-Los animales lo tienen muy sencillo. El macho copula, y su deseo es copular el máximo número de veces, y la hembra busca el instinto de reproducción. En los animales el sexo está supeditado a la reproducción. En los hombres está supeditado al placer y también en el caso de los borobos, que son una especie de chimpancé, que evolutivamente están muy unidos al ser humano y en ellos sí que se dan casos de sexo por placer entre las hembras.

-Leyendo su libro deja muy claro que los hombres son mucho más infieles que las mujeres…
-Sí, está claro. Otra cosa es que esta proporción se vaya acercando más en el tema de las mujeres. Cada vez la carretera que separa a la mujer de un acto sexual es más corta, mientras que en el hombre solo hay un paso, que es el de que ella se deje (Sonríe). En este aspecto, es verdad que ya hay mujeres que actúan como hombres.

-¿Los hombres son más capaces de perdonar una infidelidad?-Pienso que los hombres que perdonan las infidelidades es porque son infieles y por no ser incongruentes hacen que no lo sienten tanto. Pero en el fondo es difícil perdonar una infidelidad.

-Lo que sí que es cierto es que entre los hombres solemos cubrirnos más las infidelidades, como si hubiera un pacto no escrito en este tema…
-Sí, es nuestro planeta masculino, y es que ni a tu peor enemigo nunca le descubrirás una infidelidad. Podrás pegarle, insultarle, pero no serás de los que vayas a descubrirle su pecado. Parece como si el hombre tuviera un principio ancestral en el que apoyarse en este aspecto.

-¿La liberación de la mujer ha complicado más la vida de determinados hombres?
-Sí, creo que hay muchos hombres que han perdido seguridad, y se han sentido afectados por el hecho de que la mujer esté por encima de ellos en muchas cosas. Siempre he dicho que el sexo femenino está mucho más evolucionado que el masculino. Considero que las mujeres están más capacitadas para hacer más cosas que nosotros, y eso está también demostrado a un nivel anatómico y fisiológico. Nosotros estamos más especializados, mientras que ellas son más capaces de hacer varias cosas a la vez. El sexo femenino está mucho más adaptado que el masculino y esto jode a muchos hombres.

-¿Echa de menos más comunicación sexual entre las parejas?
-Sí, hay muchos hombres que no cuentan a sus parejas lo que les apetece, por eso van buscando fuera lo que no tienen dentro. Esta es una norma que yo he podido observar en mucha gente, incluso en amigos míos. Eso es culpa de ellos, y de ellas.

-¿El coito anal es el gran tabú dentro del sexo?
-Sí, y de hecho me he enterado de que en algunos estados americanos es un delito, lo que no sé es como lo pueden descubrir (Ríe). Hay mucho tabú al respecto, el sexo sigue siendo una de las asignaturas pendientes en cuanto a la normalidad, la gente es muy poco normal en el sexo.

-Acabemos con una leyenda urbana, o no. ¿El tamaño importa?
-Para hacer este capítulo del libro tuve que asesorarme con una amiga mía que tiene una gran experiencia sexual. Ella me dijo que realmente importa hasta cierto punto, tanto si es pequeña como si es grande. El nivel de satisfacción se mantiene con un pene medio y dicen que lo importante que es que se sepa mover (Sonríe).

-Afirma usted en el libro de forma atrevida que si en el siglo XXI una mujer no practica "el francés" no tiene nada que hacer con un hombre en temas se sexo…
-Si preguntas a tus amigos que es lo que más les gusta creo que el 95% de ellos te dirán que donde no haya "un francés" no hay nada, y es verdad. Conozco a muchos amigos míos que porque sus novias o mujeres no lo practican lo van buscando como un deseo oculto en otras personas. También hay muchas mujeres que les encanta practicarlo, todo es una cuestión de libertad sexual.

-El humor es necesario en la vida, su libro es un buen ejemplo. ¿El sexo sin humor también puede ser un inconveniente?-El humor es importante para todo, es el antídoto contra la depresión y los sufrimientos que a veces nos da la vida. El sexo con humor hace que el sexo sea normal. Siempre digo que mi libro es un libro de humor pero que en momento dado también te hace pensar.

-Con todo lo que ha expuesto aquí, ¿podemos llegar a ser amigos de las mujeres?
-Si no hay atracción sexual sí, porque sino es muy difícil ya que se confunde la amistad con otras cosas. No puedes ser amigo de alguien que te atrae constantemente porque entonces no se mantiene la atención donde debe estar. La atracción no puede subsistir con la amistad.

-No sé si el sector masculino está muy contento con sus confesiones en este libro…
-(Ríe). Sí, algunos me han querido matar. No, la verdad es que los que tienen sentido del humor se han reído y me han felicitado y luego hay otros que se han asustado un poco porque creen que he dado demasiadas pistas. Pero bueno, el objetivo fundamental del libro es hacer reír, nada más. (Sonríe).


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