jueves, 11 de marzo de 2010

TUS MIEDOS... TE ALEJAN DE TI (Iª PARTE)



Sin duda, a todos nos mueven nuestros miedos. Muchas veces están ocultos en nuestro sótano del inconsciente, porque hemos aprendido a guardarlos allí, donde creemos que no molestan ni molestarán jamás. Pero la verdad es que, esto último, no es así, pues allí permanecen latentes esperando a reaparecer de nuevo a la menor ocasión -y, seguramente, en el peor momento-, además de hacernos errar en nuestras decisiones!

Pero hay que confiar en la vida! ¿Por qué? Porque ella, más allá de que pensemos que muchas veces conspira contra nosotros con desgracias e infortunios, siempre nos ofrece oportunidades inesperadas y sutiles para deshacernos de ellos. Claro que cada uno es libre de hacerlo en el momento dado o bien negarse una y otra vez a mirarlos de cara e intentar devolverlos al sótano donde estaban guardados y, donde, sin duda, no solo siguen sin desaparecer, sino que crecen con el tiempo. Y una de las maneras que tiene la vida para ayudarnos es ponernos continuamente personas y situaciones -aparentemente favorables o adversas- frente a nosotros para que seamos conscientes y veamos esos miedos fielmente reflejados en ellas. Es verdad que al ser humano le cuesta ver -y más aún, aceptar- ciertas cosas de sí mismo -en positivo o en negativo-, por lo que, muchas veces, nos es mucho más fácil verlo fuera, en los demás! ¿Cuántas veces damos consejos a amigos nuestros ante un problema de cualquier índole y, mientras los damos, descubrimos que muchos de esos problemas los tenemos nosotros mismos y tienen la misma solución que, precisamente, damos? ¿Entiendes ahora porque el Coaching o la ayuda a los demás es la mejor forma de aprender, cada día más, sobre uno mismo? Insisto, huye de los presuntos maestros iluminados que creen saber todo sobre su vida... y la de los demás, todos aprendemos enseñando ;-)

Es curioso cómo aparecen personas en nuestra vida que no entendemos bien el por qué o el para qué han llegado... o por qué en este preciso momento! Algunas personas por una razón, otras para un rato y otras para toda la vida! Particularmente no creo que haya que entender -solo con la razón- cada una de las cosas que suceden en nuestra vida, pues ésta siempre tiene algo de misterioso y de mágico y es mejor que siga con la suya... mientras nosotros nos dedicamos a, simplemente, vivirla bien atenta y con todos los sentidos! Pero no creo en las casualidades, por lo que considero que todo en nuestra vida tiene su sentido profundo y su causa real. Así, esas personas que aparecen y coexisten en nuestra vida (amantes, amigos, compañeros, etc.) no son más que un fiel reflejo de lo que necesitamos ver, saber y/o enmendar de nosotros mismos. Por cierto, un inciso, esto también explicaría la súbita ausencia de alguna de ellas, piénsalo! A lo que íbamos, de esta manera, frecuentemente, aprendemos a vernos de otra manera, más allá de lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Como suelo decir, cada uno de nosotros hemos aceptado de buen grado una personalidad que, entendemos, como propia hasta llegar al pretendido "así somos, es lo que hay", que, por cierto, creemos erroneamente fijo e inamovible! Ni que decir tiene que esa personalidad aceptada e histórica no es más que un cúmulo de ideas preconcebidas sobre nosotros mismos, hechas a partir de experiencias y de regalos "cariñosos" de los que nos rodean, ya sean amigos, padres o entorno en general. El problema radica en que no siempre esa idea fijada de nosotros mismos -aceptada y aplicada- no se corresponde a lo que realmente somos... en toda su amplitud y profundidad!

Así se explica que, en situaciones siquiera soñadas y muchas veces extremas, nos sorprendamos a nosotros mismos actuando de una manera imprevisible y, normalmente, "fuera del guión" que nosotros tenemos para nosotros mismos y de nuestra consecuente vida! ¿Cómo actuamos frente a una desgracia repentina, del tipo que sea? ¿De dónde sacamos, a veces, fuerzas para vivir situaciones que nunca nos habíamos siquiera planteado para nosotros? Deberíamos aceptar que el ser humano es mucho más de lo que él piensa y cree de sí mismo, porque la mente es limitada. ¿O sea que nuestra reducida y obtusa mente nos limita nuestro repertorio vital, haciéndonos pensar que somos menos de lo que somos? Sí, así es, sin duda! ¿No será este el mal en nuestra errónea vida... y no la pretendida baja autoestoma... del Ego? ¿No tendrá todo esto algo que ver con nuestra infelicidad crónica?

Por decirlo de alguna manera, en nuestro interior hay más "yo's" de lo que pensamos ordinariamente. Pero tenemos asumido un "yo" concreto, el más conveniente y seguramente demostrado por lo hasta entonces vivido por nosotros. Y creemos conocernos bien: así somos... y así queremos ser, cueste lo que cueste, dice nuestro insaciable Ego para dejarnos tranquilos... pero infelices! Pero, ¿qué pasa si nuestras circunstancias nos sorprenden o superan con algo nuevo e imprevisto que exije de nosotros una respuesta distinta, rápida, efectiva... y plena? Pues que, si le dejamos, aflora ese otro "yo" oculto, pero siempre existente, que nos aporta la solución ante ese estímulo hasta entonces desconocido! O sea, que aparte del "yo" conocido a través de los años, existen otros "yo's" en nuestro interior que completan nuestra propia realidad como ser integral, que amplían nuestro repertorio, por llamarlo de alguna manera... y que nos hace felices! Desde siempre he afirmado que lo mejor para conocer bien a alguien es sacarlo de esa pecera personal en la que cada uno de nosotros nada plácida, confortable y convenientemente. Fuera de ella, en otros mares más abiertos, como una situación extraña o imprevista, surje "otra persona" distinta y -mejor o peor de lo que imaginábamos, qué más da- en cualquier caso muy diferente... y eso, muchas veces, nos asusta o nos sorprende, en vez de maravillarnos por el reencuentro con otra parte de nosotros mismos! Es por eso que hay que conocerse cada día mejor uno mismo y que ese conocimiento no sea fruto de una introspección sesgada por una mente manipuladora, experimentada y repetitiva, sino estando simplemente bien atentos a lo que realmente somos, sentimos y vivimos en cada instante!

Vivir atentos permanentemente significa que, previamente, hemos eliminado todos esos condicionantes internos y externos, todas esas falsas ideas de ese "yo" limitado por la experiencia, lo que nos permite ver, sentir y vivir lo que aparece -sin juzgar si algo es bueno o malo en cuanto llega-, es decir, sin miedo! Juzgar solo nos decanta hacia una de las dos opciones... cuando precisamente la vida -la mayoría de las veces- trasciende y supera a ambas a la vez, esta es su magia, su encanto y su misterio! Por explicarlo sencillamente, Migueles en mí hay muchos, sí... muchos más de los que puedo conocer de antemano, sin juzgarlos a cada uno, pero eso sí, siempre dispuesto a compartirlos todos! ¿No es eso el amor, acaso? ¿Amar no es la ausencia de miedo a compartir todo lo que uno es, ya sea lo aparentemente bueno o malo de cada uno, tanto lo conocido como lo esconocido de uno mismo? ¿No será por eso que amar -a uno mismo o al otro- es reconocer, aceptar y compartir todos los Migueles que en verdad somos... y sin miedo? ¿Conoces mucha gente verdaderamente capacitada para ese amor íntegro, global y pleno, que mereces? ¿Crees que para amar no habría que empezar por prepararme haciéndome amigo de todos los Migueles que hay en mí, para luego estar dispuesto a compartirlos todos? Por último, una sugerencia y un consejo: Mírate fijamente al espejo y reflexiona ¿conoces bien a esas diferentes personas, te caen bien o incluso te enamorarías de las personas que hay frente a tí, mirándote? ¿les ves felices o con miedo? No busques fuera lo que no seas capaz de ver, entender, valorar y amar en ti mismo!

SEGUIRÁ MAÑANA...

¿COMENTARIOS, OPINIONES? PARTICIPA EN NUESTRO FORO DE OPINIÓN

http://forocontigomismo.ning.com/

 

Tell me when this blog is updated

what is this?