jueves, 13 de mayo de 2010

NUESTRO CUERPO COMO ALTAVOZ DE NUESTRO INTERIOR



No hace demasiado tiempo tuve un pequeño "altercado" con alguien que padece Fibromialgia. Todo empezó cuando le expliqué mi opinión de que muchas de esas enfermedades "raras" -pero, lamentablemente, cada día más comunes- eran fruto de una actitud concreta ante la vida, que eran la respuesta del cuerpo ante lo que hay en su interior o la evidente consecuencia de un mundo loco, insano e incoherente, cada día más degradante para el ser humano. Esa persona, se mostró furiosa ante lo que denominó mi falta de sensibilidad y de conciencia ante lo que era su actual y patente dolencia. Desgraciadamente, sé bien qué es la Fibromialgia, pues amigas mías la padecen actualmente y también sé que, junto con la Fatiga Crónica, esta enfermedad es difícil de diagnosticar y uno de los problemas que tienen las personas que la padecen es demostrar -personal y socialmente- que sus numerosos y difusos síntomas no son simplemente manías ni tan solo un permanente malestar general, además de que les afecta en todos los ámbitos de la vida.

La Fibromialgia, como la llamada Fatiga Crónica, la anorexia o bulimia o incluso añadiría gran parte del cáncer, son enfermedades de "nuevo cuño" en nuestra era -aunque siempre existieron, pero hoy ya tienen nombre propio-, de difícil diagnóstico, normalmente de larga duración y con mal remedio solo médico o farmacológico. La medicina actual, aunque las tiene en cuenta como enfermedad y las investiga, sigue sin tener clara la causa ni la solución médica realmente efectiva. No soy médico ni lo pretendo, pero sigo pensando que, tras cada una de esas dolencias "modernas" -aparte de que afectan a cada persona de una manera diferente, de que puedan tener condicionantes genéticos, ambientales o hereditarios o que hay personalidades con más predisposición a padecerlas que otras- son fruto de una determinada actitud ante la vida y, a menudo, la falta de un verdadero sentido de ésta. Los casos que conozco personalmente son personas -¿no es sintomático que la mayoría de las afectadas sean mujeres?- con un denominador común: una determinada actitud ante la vida por algún conflicto interno y, en casi todos los casos, un cierto desequilibrio interior, que se manifiesta exteriormente en un concreto estilo de vida!

No querría desde aquí menospreciar el efecto real que padecen, ni ignorar el alcance personal y social de esas enfermedades... En todo caso, solo deseo explicar que, según mi modesta opinión no científica, creo que el cuerpo es el altavoz del alma, de nuestro interior y que éste evidencia las carencias o conflictos y, llegados a una cierta importancia, los manifiesta físicamente como señal de alarma, invitando al cambio en la vida de las personas. Actualmente estoy leyendo el interesante libro "La enfermedad como camino", de T. Dethlefsen y R. Dahlke (Ed. Debolsillo, 2009), en que se explica todo lo que hasta ahora, intuitivamente, pensaba de las enfermedades y de la manera de atajarlas, indagando en el interior las causas profundas y verdederas de cada dolencia. Como suelo afirmar, la limitada Medicina "convencional" en Occidente solo aborda los síntomas externos, sin preocuparse por las causas que han provocado la enfermedad. Y eso es extensible a la Psicología -del tipo que sea- que solo analiza y trata epidérmicamente la conducta y los antecedentes de ésta, sin atacar el sentido real y profundo de nuestros males, ni ofrecer soluciones para gestionar nuestro día a día.

Aquí te traigo una información que será de tu interés, precisamente para que conozcas algo más la dolencia de la Fibromialgia. Por una parte, una descripción de los numerosos -y difusos- síntomas de la enfermedad y, por otra, las 11 recomendaciones de un especialista para sanar la dolencia. Ni que decir tiene que los 100 síntomas que define son algo tan poco concreto que, seguramente, todos padecemos alguno de ellos en algún periodo de nuestra vida -sin que entrañe padecer esa enfermedad, claro está- y que, según mi punto de vista, se trata de claros síntomas de cualquier desajuste interior, como la gestión inadecuada de las emociones, la resistencia a ver y aceptar la realidad o la latencia de algún conflicto almacenado que sale de vez en cuando al exterior para reclamar nuestra atención. En cuanto a las pretendidas 11 claves para sanar la Fibromialgia, creo sinceramente que, aunque no lo haga explícitamente, el pretendido experto está recomendando llevar una vida sana y equilibrada en lo físico, psíquico y emocional, como eficaz método sanar la enfermedad, lo que es válido -prácticamente- para reequilibrar la vida de cualquiera de nosotros, tenga o no una dolencia de este tipo.

Para tu información. Extrae tus propias conclusiones...

LOS 100 SÍNTOMAS DE LA FIBROMIALGIA

Agarre de mano débil
Alergias
Alteración del gusto el olfato y el oído
Ansiedad y ataques de pánico
Antojo de chocolate y carbohidratos
Apneas
Atracción de moscas y mosquitos
Babeo cuando se duerme
Calambres musculares
Cambios de humor
Cambios de carácter
Confusión mental
Dolor muscular en el pecho (costocondralgia)
Depresión
Desequilibrio
Dificultad en la visión nocturna
Dificultad al mover la lengua al hablar
Dificultad mover y levantar brazos
Dificultad para ingerir alimentos
Dificultad para subir escaleras
Dolor abdominal, cólicos e Hinchazón
Dolor al escribir
Dolor en músculos y articulaciones
Dolor en el pie, en el dedo gordo del pie (pie fibromiálgico)
Dolor en las corvas (ligamentos detrás de las rodillas
Dolor en los senos
Dolor generalizado en todo el cuerpo
Dolores de cabeza
Dolores de garganta recurrentes, garganta roja e inflamada
Entumecimiento en los miembros no dolorosas
Espasmos musculares
Espesas secreciones mucosas
Espinillas entablilladas
Extrema sensibilidad a los medicamentos y sus efectos
Facilidad para heridas en músculos, tendones y ligamentos
Falta de aliento
Fatiga severa y debilitante
Frecuentes pesadillas
Frecuentes pensamientos pesimistas
Ganas de orinar por la noche
Ganglios linfáticos dolorosos (bajo el brazo y cuello)
Hernia de hiato
Hombros paralizados o dormidos
Infecciones por hongos
Incapacidad para alcanzar la fase 4 del sueño
Insomnio
Intolerancia a las luces brillantes
Intolerancia a los ruidos
Intolerancia al alcohol
Lumbago o ciática
Manos y pies fríos
Molestias y aumentos de ganas de orinar
Náuseas
Opresión en el pecho
Palpitaciones
Parestesias (hormigueo y extremidades dormidas
Pérdida de cabello
Picores
Picor en el pacor en el paladar
Pie fibromiálgico
Pies de Morton
Presión sanguínea variable
Problemas de mandíbula, de pies y del sueño
Problemas menstruales o de dolor pélvico
Prolapso de la válvula mitral
Punto doloroso de la zona superior de la cabeza
Rechinar de dientes (bruxismo)
Reflujo gastro-esofágico
Relaciones sexuales dolorosas e impotencia
Rigidez, en el cuello
Rigidez matutina en los músculos y en las articulaciones
Rodillas combadas
Sensación de estar colocado
Sensación de inflamación
Sensación de malestar recurrente
Sensación de quemazón
Sensibilidad al frío y al calor
Sensibilidad electromagnética
Sensibilidad zona exterior de los muslos
Sequedad de membranas mucosas
Sequedad de ojos y boca
Severa debilidad muscular
Síndrome de las piernas inquietas
Síndrome de Raynaud (manos, pies, nariz fríos y azulados
Síndrome de colon irritable
Síndrome del túnel carpiano
Sudores nocturnos y fiebre
Taquicardias
Temblor muscular y estremecimiento después del ejercicio.
Tendencia a llorar fácilmente
Tobillos débiles
Torpeza
Tos seca crónica
Vejiga irritable
Variaciones en el peso corporal (aumento de peso)
Visión doble, borrosa y cambiante.

Nota: generalmente no se tienen todos los síntomas.

11 CLAVES PARA MEJORAR LA FIBROMIALGIA

1. Haz ejercicio físico

Te hará sentirte mejor contigo misma.

El ejercicio mejora el estado de salud, disminuye el dolor.

El ejercicio, es un antidepresivo natural, al actuar aumentando las endorfinas.

2. Sé positiva

Busca el lado positivo de las cosas.

Huye de los pensamientos negativos.

Aunque estés atravesando una mala situación, piensa que es “pasajera”. No hay mal que cien años dure.

3. Desarrolla el sentido del humor

Desdramatiza e intenta reírte de ti misma.

4. No tengas miedo al fracaso

No temas de los errores, de ellos también se aprende.

No esperes a que te desaprueben lo que haces.

5. Sé objetiva

Valora los aspectos positivos y negativos de ti misma aceptándote en la justa medida.

Felicítate por los triunfos conseguidos.

No te exijas al máximo. No intentes abarcarlo todo. Conoce tus limitaciones.

6. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy

Organízate bien y haz primero lo que más te cueste.

7. Programa actividades y disfrútalas.

La monotonía es la antesala de la depresión. Sal del aburrimiento.

Aprovecha las oportunidades que te surjan. Tu peor enemigo es el conformismo y la falta de decisión.

8. Vive el presente

Disfruta del momento y no te lamentes de lo que podrías haber hecho. Y no esperes a que te sucedan cosas impresionantes.

9. Acéptate físicamente

No te dejes influir por los canones de belleza, pero ten en cuenta que “aceptarse” no quiere decir “abandonarse”.

10. No te compares con los demás

“Los demás son más felices”. “Ella todo lo hace bien”, son pensamientos que solo nos sirven para infravalorarnos y generar sentimientos de frustración y envidia.

11. Rodéate de amigos y familiares

Es muy difícil vivir en soledad (en el más amplio sentido de la palabra) y ser feliz. Durante la vida siempre necesitamos apoyarnos en alguien.

Interésate por las personas y las cosas. Las situaciones y las cosas que nos rodean no son ni mejores ni peores, sino que dependen del filtro de nuestros pensamientos.

Artículo realizado por: Dr. Ponce

 

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