miércoles, 7 de julio de 2010

EL HEROÍSMO...SILENCIOSO



Precisamente ayer estaba comentando lo del heroísmo en unos mensajes a una amiga de Chile. Lamentablemente estamos acostumbrados a buscar y/o aceptar los modelos de héroe que la propia sociedad nos propone. Valoramos sus supuestas dotes, su reconocimiento social y su éxito como profesionales, ya sean empresarios, juristas o jugadores de futbol. Yo, a eso, le llamo "mitomanía"! Pero si reflexiono un poco más allá, en mis más de 20 años trabajando como asesor de comunicación para empresas e instituciones de todo tipo, he fabricado héroes y personalidades, aunque ahora me doy cuenta de dos cosas: por un lado, que un mito se fabrica artificialmente y, por otro, que no siempre lo que valoramos de una persona célebre y mitificada se corresponde con la realidad! Eso es especialmente evidente cuando, por ejemplo, se encumbra a un personaje célebre... y el tiempo se encarga de poner en evidencia su honorabilidad, su ética o ejemplaridad, muy común en el mundo actual y de los negocios, lleno de trampas, medias verdades y de falsedades de todo tipo!

En todo caso, lo que es evidente es que es la propia gente la que necesita mirarse en alguien, construir un modelo o un mito a quien emular o seguir! Y claro, los modelos propuestos por la sociedad están basados en esos presuntos valores que la propia sociedad exalta, lo que no siempre coinciden con los valores humanos, como la honestidad, la honorabilidad o la coherencia! Se premia el esfuerzo -a cambio de dinero, claro-, la riqueza, la propia fama o la capacidad de crear un imperio... o de marcar un gol en una final! Pero una sociedad que desprecia lo esencialmente humano, en favor de lo accesorio, está irremediablemente enferma! Solo debemos observar el sueldo de un famoso futbolista o de un artista de éxito... y compararlo con el de un maestro, un simple padre -que ejerza como tal, claro- o de un médico que sal vidas el Tercer Mundo.

Pero, sin duda, más cerca nuestro hay verdaderos héroes y heroínas, seguramente silenciosos y abnegados, pero héroes al fin y al cabo. Son todas esas personas que, discretamente y día a día, intentan ser más ellas mismas, ir contra corriente haciendo su propio camino -en una sociedad que asfixia a los firmes y coherentes con su Conciencia- o que ayudan -de cualquier modo- a los necesitados de su alrededor! En el mejor de los casos, a estos héroes anónimos se les llamará "inadaptados" o "raros"... y no será la sociedad como una masa informe y anónima quien lo haga, sino -precisamente- los seres queridos de su alrededor, sus propios conocidos y colegas de vida, en aras de su interés o, lo que es peor, de su amor hacia esa "víctima de sí mismo". Esa, al fin y al cabo, es la verdadera crueldad de nuestra sociedad, tejida de intolerancias, injusticias, faltas de respeto y envidias... personales e intransferibles, de cada uno de nosotros! Esto es lo que no nos exime de lo que pasa en nuestro mundo, donde es tan grave provocar el mal, como tolerarlo o ignorarlo!

Así, el perfil de un héroe es, por definición, alguien casi anónimo, discreto, humilde y que, sin aspavientos, logra ser cada día él mismo ante las diferentes dificultades de la vida. Cada vez que no renuncia a él mismo ante la adversidad o que responde a los problemas teniendo en cuenta sus principios y valores, se hace más héroe, sin saberlo siquiera. Normalmente este mismo héroe no se debe a nadie, ni obedece a nadie más que su propia Conciencia, por cierto el más severo juez de nuestros actos! Tampoco causa admiración en los demás, ni apluden a su paso... simplemente lo ignoran, lo esquivan o lo atacan, pues resulta incómodo en un mundo previsible, anodino y mediocre, donde la mayoría silenciosa hace gala de su indiferencia. Y este héroe solo puede ser reconocido por otros héroes similares que valoran su firmeza y tu perseverancia, porque éstos también creen en las suyas!

No busques lejos de ti a tus héroes para seguirles! Seguramente están, en silencio, mucho más cerca de ti de lo que nunca has soñado! Pero, para reconocerlos, deberás ser también el propio héroe de tu vida! Protagoniza tu propia vida y verás como a tu lado aparecen otros héroes que, como tú mismo, son capaces de hacer grandes hazañas cotidianas para alcanzar su mejor vida!

Aquí te traigo una entrevista de álguien a quien podríamos denominar héroe de su propia vida y, por ende, de la nuestra. Léela y extrae tus propias conclusiones...

María del Mar Fernández, 66 años, activista de los derechos humanos "Merece la pena luchar contra toda desesperanza". La Vanguardia. La Contra. IMA SANCHÍS - 19/06/2010

Yo fui represaliada antes de nacer, cuando mi madre divorciada quedó embarazada y la echaron del sindicato de banqueros. Al cabo de tres años se separó de su pareja.

¿Estaba en la calle y sin blanca?

... Pero se plantó delante del sindicato hasta que consiguió que le dieran otro trabajo.

Una madre valiente.

Me enseñó idiomas y me diplomé en francés y en inglés. Cuando me casé decidí estudiar derecho junto con mi marido. Colaborábamos con un centro del barrio chino redactando escritos para pedir la libertad de chavales que cometían delitos menores, niños que esnifaban cola, hijos de prostitutas.

¿Ya tenía hijos?

Los adoptamos justo antes de acabar la carrera, dos hermanos de cuatro y dos años con un trastorno límite de personalidad congénito, lo que les acarreó muchísimos problemas y su muerte.

Vaya, lo siento.

Xavier, el mayor, murió a los 19, y Toni, el segundo, murió a los 25 años. Ambos murieron después de luchar durante años para superar su trastorno y tratar de evitar sus dramáticas consecuencias.

Lleva luchando toda la vida.

Merece la pena luchar hasta el último momento, contra toda desesperanza.

¿En qué consiste ese trastorno?

Incapacidad de controlar los impulsos, pero le pusieron ese nombre porque no sabían muy bien de qué se trataba; y por eso empecé a estudiar psicología - luego me siguió mi marido-,para dedicarnos a la investigación y ser psicólogos voluntarios.

Entiendo.

Pero hay pocas parejas que sobrevivan a la muerte de un hijo. Estuvimos muy unidos durante 33 años, pero nos separamos tras la muerte de Toni. Él se fue con otra mujer.

Su historia es muy dolorosa.

A mi ex marido al cabo de un año se le declaró un cáncer, y ahora a mí. Yo dejé la abogacía, me veía incapaz de seguir trabajando con chavales con problemas y comportamientos similares a los que tenían mis hijos.

¿Cómo acabó en la causa palestina?

Con el asesinato de Rachel Corrie (2003), la chica a la que aplastó un bulldozer israelí, me puse en contacto con el ISM (Movimiento Internacional de Solidaridad), que está consiguiendo extender la no violencia por toda Palestina.

¿Cuántas veces ha estado allí?

Siete. En el primer viaje, el 2005, cruzamos Europa en autocaravanas y autobuses. Éramos más de cien personas entre 8 y 80 años, de diferentes nacionalidades y creencias. Es estimulante ver cómo podemos convivir cuando estamos dispuestos a conocernos y a sacudirnos los prejuicios. Cuando llegamos a la frontera, Israel nos prohibió la entrada durante cinco años.

¿Tardó en volver?

Ese mismo año conseguí entrar y participar en una de las manifestaciones no violentas de Bil´im, a cuya población les han expropiado el 60% de su tierra. Hace dos años los tribunales israelíes les dieron la razón y prometieron devolverles la mitad de sus tierras, pero no lo han cumplido.

Allí la hirieron.

Sí, un soldado me empujó con su porra de madera y caí por un terraplén, me rompí el húmero por dos partes y el tendón del bíceps. Pero en cuanto estuve curada volví para ayudar en la recogida de aceitunas, donde nuestra labor es evitar que los soldados disparen a los campesinos y permitan que los colonos hieran, maten, roben las cosechas o destruyan los olivos centenarios.

... Y la volvieron a herir.

En el 2007, en otra manifestación no violenta en Bil´im. Estaba frente a un oficial con las manos en alto y disparó su bala de acero forrada de goma a sangre fría.

...

Luego me embarqué en el Free Gaza para intentar romper el bloqueo de Gaza. Nos tuvieron diez horas incomunicados; la insistencia de la solidaridad internacional consiguió que pudiéramos llegar a Gaza. Hacía 41 años que no entraba barco extranjero.

¿Cómo reaccionó la población?

Nos recibieron como si fuéramos héroes. Era una sensación contradictoria, porque lo único que podíamos hacer nosotros, civiles, era decirles que no estaban solos y presionar a nuestros gobiernos para que se acabe el bloqueo. La concesión por ello de la nacionalidad Palestina fue para mí un gran orgullo. Y por ahora el cáncer y la quimioterapia no me han permitido volver.

¿Qué ha aprendido de la vida?

A luchar, a no dejarme vencer y a conocer al otro; la gran generosidad de algunas personas. Creo que mi deber ahora (sinceramente, amíme importaba un bledo tener un cáncer y tengo ganas de reunirme con mis hijos) es intentar ayudar a esas mujeres palestinas sitiadas, que mueren como moscas.

Usted también ha sufrido lo peor.

Tras la muerte de Xavier no pude llorar, tenía que ayudar a mi marido y a Toni, que necesitaba mucha atención. Tras su muerte yo también intenté quitarme la vida varias veces. Al final entendí que no había llegado mi hora. ¿Sabe que me da mucha rabia?

...

Que en este último intento de llegar a Gaza haya muerto algún padre de familia, me hubiera gustado cambiarme por él porque yo ya lo he hecho todo. Pero la vida es un misterio, parece que hay un destino.

 

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