LIFTING PARA EL ALMA...

Ahora resultará que soy un viejo verde! Perdoname la ironía, pero ayer mantenía un interesante diálogo con una joven que, al ver una foto mía, creyó conocerme hacía tiempo. En ese momento me dijo que quizás me conoció a través de su madre, al parecer una artista colombiana. Al oir este comentario de la joven, tragué saliba e intenté disimular mi disgusto por haberme metido en el mismo saco que su mamá! Aunque reconoceré que, cada vez más, las jóvenes que se cruzan a mi paso me hablan de "Usted" o me miran con recelo por tener la edad de sus ancianos progenitores! ¿Será mi edad? Sin estar afectado por la regresión adolescente que muchos cincuentones prostáticos (con perdón) sufren al codiciar a bellas ninfas de la edad de sus propias hijas, deberé admitir que, a mi edad, empieza a resultar sospechoso -cuando no, delito- que me relacione con muchachas mucho más jovenes -y mucho más bellas, por qué no admitirlo- que yo!

Bromas aparte, a la gente le suele preocupar mucho su edad...cronológica! Algunas personas la defienden a capa y espada, reafirmando su espíritu jovial o su eterna juventud, a pesar de su ya avanzada edad! Otras personas, en cambio, lucen canas y sobrevaloran su presunta sabiduría y experiencia en la vida! Los jóvenes teenagers sueñan con ser adultos... mientras muchos mayores -incluso sus padres- sueñan con volver a la juventud dorada... Nadie se conforma con la edad que tiene! En cualquier caso podrímos afirmar que lo que resulta grotesco es ver a alguien que intenta -por todos los medios- aparentar otra edad diferente a la que tiene en realidad! Y es que algunos piensan que un lifting quirúrgico es un remedio contra las cicatrices del alma! ;-)

En cuanto a edades, sé bien de qué hablo! Durante mi breve y frustrada adolescencia -por motivos familiares que no vienen al caso- siempre fui un adulto prematuro! Demasiado serio, severo e inflexible conmigo mismo... y con los demás! Alguien logró hacerme creer que la seriedad -o la falta de sonrisa- era un síntoma de madurez! Y como suele pasar a esa temprana edad en que uno acepta sin rechistar los condicionantes y sugerencias ajenas, me lo creí, distanciándome irremediablemente de mis coetáneos, por entonces inberbes y aún exaltados por las incipientes hormonas juveniles. Afortunadamente, con el paso del tiempo me dí cuenta del craso error de juventud, recuperando mi incombustible ironía y -con perdón- mi innata simpatía y desapego juvenil! Hoy, con medio siglo a cuestas, estoy día a día recuperando mi espíritu juvenil y, por tanto, me siento mucho más cerca de l@s jóvenes, que de las personas de mi edad! O sea, vuelvo a estar desplazado del entorno que, teóricamente, me corresponde!

La verdad es que, visto lo visto, con la edad la gente pierde su ilusión por la vida! Yo, a este penoso efecto, le llamo adaptabilidad al medio! Mira en cualquier calle de una gran ciudad quién sonrie y quién tiene cara de felicidad! Los niños, los viejos y los locos! Como decía una amiga mía "qué felices éramos cuando éramos felices e ignorantes"! Y, por lo visto en la calle, es verdad! Según creen muchos, cuanto más conoces la vida, más has experimentado en ella y -aparentemente- más sabes de la propia vida, más serio y sesudo te debes volver, hasta el extremo de pensar que ya no hay nada nuevo en la vida que pueda sorprenderte! Y ni que decir tiene que, por el contrario, no hay mayor síntoma de madurez que sentir -que no pensar- que "solo sé, que no sé nada", símbolo inequívoco de sabiduría! Huelga decir que la vida -a cualquier edad- es siempre sorprendente y cada día nos muestra algo de su magia imprevisible! Así, la juventud no es más que una actitud que exije permanente curiosidad sin miedo y capacidad de admiración, que solo álguien realmente joven de espíritu es capaz de sentir!

¿Mi truco para sentirme cada día más joven? Aprender cada día de la felicidad simple y espontánea de mi hija de 10 años; no perder mi capacidad de sorpresa ante lo imprevisible, vivir con ilusión cotidiana y ser capaz de vivir mis sueños... o de convertir en sueño mi cruda realidad! Y eso, lamentablemente, no puede contagiarse, ni inducirse, ni tan siquiera compartirse con álguien que no tenga el valor de vivir así, cada día!