Día a día tu vida se va conformando. A pesar de lo que te digan, no hagas planes, déjate llevar por ella... aunque deberías saber hacia donde te dirijes! Nos han enseñado a preveer todo, a hacer planes... pero al fin, es la vida la que decide el cuándo y el cómo! Para ello solo has de estar bien atento a lo que ocurre a tu alrededor y, cuando sepas hacia dónde vas, esas diferentes cincunstancias que se cruzan contigo tendrán su propio sentido, estarán alineadas con lo que tu esperas, mereces y/o deseas en tu vida!
Si, en cambio, intentas averiguar de antemano tu camino, muy probablemente la vida impondrá el suyo propio! El que dibujes tú a priori está demasiado poblado de experiencias, de deseos, de espectativas incumplidas, de malos recuerdos! Y la vida quiere que te mantengas siempre bien alerta, que lo que ves y vives no esté condicionado por el pasado, sino anclado en el presente y en lo que él sientes! Solo así eres capaz de vivir lo que realmente eres... no solo lo que fuiste o lo que quizás serás! Tú hoy no es más que la suma de experiencias, de lecciones y de deseos... dispuestos a ser vividos! Lo que un día fuiste, es solo el camino necesario que te ha traido hasta aquí...
Cuántas veces te has sorprendido con una reacción tuya ante algo imprevisto! Seguramente más que sorprenderte, te has asustado de ti mismo, pues no esperabas esa reacción y no entraba en tus planes ni en tu modo de comportarte! ¿Será verdad que nos han de sacar de nuestro entorno vital y cotidiano para que seamos tal cual somos? La verdad es que, en nuestro entorno ordinario y con el tiempo, aprendemos a sobrevivir y a, por llamarlo de alguna manera, automatizar nuestro comportamiento. De esa manera, es como si cada uno de nosotros siguiera unas pautas predefinidas y mantuviera consigo mismo y con los demás un protocolo de actuación convenido y conveniente. ¿Por qué nos extrañamos cuando, por ejemplo, después de años de convivencia, alguien -teóricamente cercano, conocido y hasta querido- nos sorprende o nos defrauda, con una actitud distinta a la que estábamos acostumbrados? ¿Cómo queremos que nuestras relaciones personales nos satisfagan y sean realmente enriquecedoras, si no somos capaces de ser nosotros mismos con nosotros mismos... y con los demás?
Es tal vez verdad que ser uno mismo no es siempre cómodo ni fácil! Ser uno mismo exije firmeza y, sobre todo, perseverancia... tenemos toda la vida para conseguirlo! Pero, como suele pasar, la decisión de ser uno mismo es libre... y si algo le cuesta al ser humano es tomar decisiones! Deberíamos reconocer, pues, que si no nos vapulea la vida de alguna manera, si no nos tira contra las cuerdas, difícilmente sentiremos la necesidad de ser nosotros mismos! ¿Qué puede moverme a decidir serlo, por voluntad propia? Pues seguramente el amor... verdadero!
Quizás te sorprenderá esta respuesta! Pero, si lo piensas un poco, te darás cuenta de que solo actúas desde dentro cuando sientes la imperiosa necesidad de acercarte a alguien amado y mostrarte tal como realmente eres! El amor, recuerda, es entrega, es total entrega, sin condicionantes ni estrategias posibles! Pero déjame decirte algo antes: es entrega de ti mismo... y para eso antes debes llegar a serlo y estar orgulloso de ello! Eso, evidentemente, descalifica conformarme a imagen y semejanza del otro, para adaptarme a sus deseos! El amor es algo que se contruye sobre ti mismo, nunca a pesar tuyo o gracias a tu capacidad de engañarte o dejar de ser... y/o solo a tu arte de atraer o seducir! Si para amar debes dejar de ser tú, no es amor! Es necesidad de compañía, es adicción... es miedo! Si para mantener el amor debes dejar de crecer para no romper esquemas al prójimo, eso tampoco es amor!
Si me quiero a mí mismo, amo mi crecimiento, mi mejora y la mayoría de los pasos que hago para acercarme a mí mismo... El que me ame de verdad debe estar enamorado de lo que hoy soy y de lo que mañana seré cuando siga creciendo como persona! Si no, se trata de un amor con fecha de caducidad, víctima de un corsé que pronto se quedará pequeño... hasta desaparecer! Será un "amor" fugaz, pasajero, quizás para aprender -sí, como todo lo adverso que nos pasa en la vida- porque está basado solo en lo que solo soy ahora! ¿Te suena haberlo vivido, quizás? Amar a alguien es tener fe en su propia capacidad de llegar a ser, a pesar de las dificultades, a pesar de las circunstancias...
Woody Allen afirmó que el amor es "como un tiburón, que solo vive si nada hacia adelante y que se muere si se queda parado". A pesar de la ironía, muy cierta la afirmación! Aunque sea simplemente porque vivir es andar continuamente... y amar es vivir y andar compartiendo esos pasos cada uno hacia sí mismo... aunque cada uno deba seguir su propio e ineludible camino! Alguien dijo que amar no es solo mirarse el uno al otro, sino mirar ambos hacia una misma dirección!
Miguel Benavent de B.
Aquí te traigo un texto ajeno sobre el tema. Léelo y extrae tus propias conclusiones.
NO TE DETENGAS NUNCA:
En ocasiones todo nos parece carente de recursos,
en ocasiones, el reloj no se detiene o corre despacio,
en ocasiones, todo lo vemos y sentimos en plan negativo,
...en ocasiones, algo nos azota y hace encontrarnos mal...
en ocasiones, el día nos parece noche,
en ocasiones, los detalles parecen olvidados,
en ocasiones, nos sentimos tristes y solos sin más,
en ocasiones, alguien parece traicionarnos....
En estos casos, es preciso recordar
que pese a todo, la vida es preciosa,
que el sol alumbra cada día.
Y eso que hoy resulta penoso,
mañana lo verás mejor,
pues, cada noche,
una estrella te acompaña
y está contigo....
Pero particularmente
cuando suceda esto,
cuando las fuerzas te empiecen a flaquear, CONFÍA
alguien estará ahí para tenderte una mano.
Cuando las nubes no te dejen ver
la claridad del sol, APÁRTALAS
Pues, de otra forma,
no lograrás ver las estrellas
sino la oscuridad de la noche....
CUANDO NO PUEDAS DORMIR SUEÑA...¡¡¡
